Tres agentes de la Policía murieron y tres resultaron heridos en un tiroteo ocurrido en Baton Rouge, Luisiana, y de inmediato el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dijo que los ataques a los miembros de seguridad deben de parar.
El tiroteo se produjo a menos de una milla de la central de policía de esta ciudad de Luisiana, de acuerdo a informaciones de medios locales.
Los disparos fueron a las 9 de la mañana, cuando se reportó de disparos en una residencia de Baton Rouge. A su llegada, la los agentes fueron atacados y estos respondieron.
Al conocer del hecho, el presidente Obama condenó los ataques contra policías y aseguró que el estado de derecho "tienen que parar".
"Estos ataques son obra de cobardes que no representan a nadie", afirmó Obama en un comunicado difundido por la Casa Blanca.