Por: Prof. Algenis Chávez Reyes
En los últimos días se han presentado una serie de sondeos que colocan a la candidata presidencial del Partido Demócrata, Hillary Clinton en un empate técnico con el Magnate y candidato presidencial del Partido Republicano, Donald Trump. Meses atrás la señora Clinton poseía una ventaja considerable en esos estudios de opinión.
Se sindica la baja en la popularidad de la Ex-Secretaria de Estado, al escándalo que se ha producido por el supuesto manejo no correcto de correos electrónicos. Dichos correos fueron manejados durante su gestión como Secretaria de Estado, los cuales podría afectar la seguridad de los Estados Unidos de América.
Los sondeos ya mencionados destacan otros dos elementos, que son dignos de mencionar; se destaca en los sondeos la preparación que los ciudadanos norteamericanos le atribuyen a la señora Clinton. La mayoría de los estadounidenses creen que Hillary está más preparada que el señor Trump. Lo propio indicó Barack Obama, Presidente de USA, en un evento proselitista en el que acompañó a la Ex-Senadora Clinton, para comunicarle su respaldo.
Un segundo elemento revelado en éstos sondeos, expresa que más del 70% de los latinos favorecen a Hillary Clinton y no a Trump. Es que el discurso incendiario y radical que ha utilizado el Magnate Donald Trump en contra de los inmigrantes, coloca a los hispanos en la posición adversa a la del candidato republicano. Y por consiguiente ese repudio a Trump se refleja respaldando la propuesta de Hillary Clinton a la presidencia de USA.
Ahora bien, el análisis del comportamiento electoral de los latinos abre un reto para la campaña política de Hillary Clinton. Estadísticamente hablando los hispanos se abstienen de votar en un 50%. Esa abstención representa más de 12 millones de votos. Estamos hablando de que para estás elecciones 25.4 millones de hispanos podrán votar. Esta cifra es equivalente al 13% del total de electores.
La meta de los estrategas de campaña de Hillary Clinton debe estar orientada en reducir a su más mínima expresión la abstención de los hispanos, para con ello poder lograr alcanzar la presidencia de los Estados Unidos de América. Tanto Hillary Clinton como su equipo debe estar conscientes de que 65% de los hispanos con capacidad de votar sin de origen mexicano, el 10% puertorriqueño y el 25% restante se encuentra diseminado en los demás países hispanos.
Cabe destacar que de los 25.4 millones de personas de origen latino en capacidad de votar el 70% son nacidos en Estados Unidos de América, mientras que el restante no lo es. Lo que permite decir que gran parte de la población hispana con capacidad para votar forma parte de la cultura norteamericana. Un elemento que deja abierta la idea de que la abstención pueda disminuir para este proceso.
Hemos visto que la campaña de Hillary Clinton ha habilitado una cuenta de Twitter en español. La referida cuenta @hillary_Esp en su primer día alcanzó más de 15, 500 seguidores.
Con la elección de Tim Kaine como compañero de boleta, Hillary Clinton procura garantizar el apoyo de uno de los grupos religiosos que tiene más peso y afines en los Estados Unidos. Estamos hablando de los católicos. Cerca de 70 millones de estadounidenses dicen ser católicos, este monto representa el 26% de la población de esa nación.
Con la selección Kaine como candidato vicepresidencial, quedan representados los sectores conservadores tanto del Partido Demócrata, como de la nación.
Tim Kaine es el senador de Virginia, es un devoto y confeso católico y que además es un canal idóneo con la población de habla hispana, puesto a que el senador Kaine es hispanohablante. Tim Kaine logra manejar el idioma de los hispanos durante su estancia como misionero juvenil en Honduras. País donde permaneció por más de un año.
En la reciente parada que Hillary Clinton sostuvo en Orlando, Florida, el pasado viernes 22 de julio de este año, visitó a los familiares de las víctimas de la masacre de personas que se encontraban en bar GLBT, que se escenificó en esta ciudad. Con ello Hillary procura generar un nivel de empatía con la población de gays, lesbianas, bisexuales y transexuales estadounidenses.
Esta comunidad según un estudio realizado por la encuestadora Gallup en el año 2015 era de un 3,6% del total de la población, sin embargo, múltiples analistas señalan que el número de personas GLBT en los Estados Unidos ronda por el 10% de la población. Lo que deja claro que este grupo es determinante para la obtención de una victoria electoral.
La estrategia de Hillary Clinton debe girar en torno a cohesionar estás minorías y que esto a su vez le permita alcanzar su meta, para así acceder a la Casa Blanca de los Estados Unidos de América, como la primera mandataria de esa nación.