Los criminales y oportunistas se aprovechan de la liberación de versiones gratis con troyanos en la aplicación, o incluso sólo el malware disfrazado de la aplicación.
CENTRO AMÉRICA & CARIBE, 27 de julio de 2016.- Pokemon Go ha generado una revolución en Estados Unidos, ya que con tan sólo mirar hacia un lado es probable ver a alguien jugando. El objetivo de este juego es la diversión, pero el investigador de seguridad de Blue Coat Andrew Brandt, ha visto más allá de eso y tiene algunas recomendaciones para prevenir a los confiados usuarios.
Uno de los problemas ha sido cómo la gente está obteniendo copias del juego en regiones del mundo, como Latinoamérica, en las que, hasta ahora, no está disponible, obteniéndolo de cualquier forma gratuita. Los criminales y oportunistas se aprovechan de la liberación de versiones con troyanos en la aplicación, o incluso sólo el malware disfrazado de la aplicación. En este sentido, un dispositivo infectado puede revelar una enorme cantidad de información sobre el propietario, y puede persistir durante un período prolongado de tiempo sin que la persona se entere.
Sobre la base de su investigación sobre juegos de realidad aumentada populares, Andrew Brandt habla acerca de los problemas de seguridad que rodean aplicaciones como Pokemon Go.
• La aplicación libera una enorme cantidad de información sobre los usuarios y sus hábitos de ubicación física. Esto puede ser objeto de abuso y se utiliza para realizar un seguimiento de jugadores para determinar sus ubicaciones habituales en diferentes momentos del día. Con los juegos de realidad aumentada similares como Ingress, esto ha llevado a acechar y a altercados físicos.
• En el juego, la gente ha aprendido cómo manipular las señales GPS y utilizar esto para hacer trampa. Como resultado, la agresión en línea contra los tramposos es frecuente. Hay una razón legítima para estar preocupado por la seguridad del jugador en línea.
• Las versiones de Troyanos de la aplicación pueden alojar malware peligroso, software espía u otro código malicioso.
La seguridad física es otro tema. También ha habido casos en los que los jugadores se meten en terrenos prohibidos o zonas cerradas con el fin de atrapar a un Pokemon o acceder a una Pokestop o gimnasio. Algunas empresas, como lugares de venta al por menor o de entretenimiento, dan la bienvenida a este tráfico adicional, pero lugares como el Museo Nacional del Holocausto no están satisfechos con los visitantes de juegos de videos. Hay otras zonas restringidas como las bases militares y otros lugares de alta seguridad. Los edificios protegidos, como los centros de datos, rechazan la presencia perpetua de personas que no son empleados y que merodean alrededor de la instalación.
Algunos científicos están preocupados por los jugadores de realidad virtual que intentan jugar cerca de telescopios de radio u otros equipos sensibles que pueden no comportarse bien en presencia de interferencias de radiofrecuencia. Ellos están tratando de organizar una campaña de sensibilización para evitar que la gente juegue en estos lugares en momentos en que los instrumentos están recopilando datos.