Los diputados del Partido Revolucionario Moderno (PRM) eligieron la mañana de este martes a su compañero Alfredo Pacheco como su vocero para el periodo agosto 2016-17, en una asamblea realizada en la Casa Nacional de la organización y presidida por Andrés Bautista y Jesús Vásquez, presidente y secretario general respectivamente.
Pacheco, ex presidente de la Camara de diputados, representante por la circunscripción 2 del Distrito Nacional, obtuvo 27 de los 45 votos depositados en la urna, mientras que su contendor, Wellington Arnadí, representante de la Circunscripción #1 del Distrito Nacional obtuvo 18.
También fueron electo en la plancha junto a Pacheco, la joven diputada Gloria Reyes, de la circunscripción # 5 (Los Alcarrizos) de la Provincia Santo Domingo como vicevocera y Julito Fulcar de la provincia Peravia será el secretario del Bloque por el mismo periodo.
Un ambiente de hermandad y unidad reinó durante todo el proceso, previo a cuyo inicio todos los diputados juraron cumplir las directrices de la organización en la cámara de diputados, las cuales estarán marcadas por la ética, la eficiencia legislativa, la defensa de los intereses de la nación y el fortalecimiento de la democracia.
Al iniciar la asamblea, tanto el presidente Andrés Bautista como el secretario general, Jesús Vásquez, informaron a los legisladores de los planes de la organización frente a la nueva agenda legislativa del partido, así como de la nación, resaltando la necesidad de la reforma al sistema electoral y de las Altas Cortes como prioridad para la institucionalización del país.
En la asamblea participaron además, Orlando Jorge Mera y Roberto Fulcar, presidentes en Funciones del PRM, Rafael Montilla, Director Ejecutivo, Luis Delgado, director electoral, Luis Croussette, Subsecretario nacional.
Para la elección fue habilitada una urna, en la cual cada diputado depositó su voto correspondiente, marcando el número de la plancha de su preferencia. Los votos fueron presentados uno a uno a la asamblea por la comisión directiva a fin de comprobar la valides de cada uno, luego procedió al conteo, presentando y cantando por quien se había ejercido cada voto.
Al término de la votación y el conteo, definido el ganador, se dieron un abrazo ambos competidores, como demostración de la unidad prevaleciente post electoral interno.