La red vial de la República Dominicana es ya de importancia, por ejemplo, el denominado circuito vial del Este, comunica la Ciudad Primada de América con Punta Cana-Bávaro-Macao. Este circuito tenía hasta hace poco, como talón de Aquiles, a Andrés y Boca Chica, con la recién inauguración del ultimo elevado, que hiciera el Presidente Danilo Medina, hace tan solo una semana, ya dicho circuito interconecta a todo el Este –incluido el Este lejano- con la capital, pero más que eso, devuelve a Boca Chica y a Andrés, la cercanía que siempre les ha caracterizado con relación a la ciudad de Santo Domingo.
Es de esperarse, que Bocha Chica y Andrés, observen un nuevo desarrollo turístico esta vez junto a la modernidad, pero una modernidad para la cual no debe haber espacio para la arrabalización, ni para las construcciones fuera de un plan maestro donde se indique hacia dónde y cómo desean crecer estas dos importantes localidades turísticas de nuestra geografía, toca al Conau, a Turismo como a los gobiernos municipales de estas localidades, diseñar no solo un plan estratégico sino un plan de ordenamiento territorial, puesto que ya el gobierno central hizo lo que se podría pedir, una red vial moderna. Entonces toca al gobierno municipal de cada uno de sus pueblos, que ahora inician, definir la Boca chica que desean tener sus habitantes para el presente y hacia futuro.
No podemos seguir con el juego de solicitar obras públicas que luego son abandonadas a su suerte, es decir, a las cuales ni se les da uso, ni se les da mantenimiento. Tampoco se crean planes de desarrollo tomando en cuenta a sus habitantes, estas comunidades han tenido serios problemas de imagen precisamente porque no han sabido crear planes a futuro, ahora que tienen la posibilidad de construir su futuro, no deben despreciar la oportunidad sino que, al contrario, deben avocarse a una ponderación sistemática donde el embellecimiento junto a la definición del tipo de turismo que quieren, debe ser el norte de sus acciones.
La planificación del desarrollo de boca Chica debe incluir a Juan Dolio Guayacanes pues el empalme entre uno y otro ha quedado hecho desde el punto de vista vial, falta ahora que los demás componentes se acoplen junto a un plan de urbanismo bien trazado y mejor ejecutado. Los técnicos para lograrlo existen y los atractivos naturales con que cuentan estas zonas no son para nada despreciables.
Ni desde la perspectiva histórico-cultural ni desde lo natural. Hoy más que ayer el país requiere de un desarrollo ordenado de su turismo, pero bien ordenado, no podemos continuar haciendo gala de improvisaciones a todas luces contraproducentes ni ocasionar el deterioro de nuestros recursos naturales. Boca Chica y los demás pueblos aledaños, requieren atención de medioambiente, pues se deben recuperar los dones que la naturaleza otorgó sin pedir nada, pero que han sido diezmados por la impronta improvisada de un desarrollo que con construcciones inadecuadas y en lugares de dominio público constituyen una retrancan para la venta de sus bellezas.
Todo el litoral de Boca chica requiere ser recuperado con base a los lineamientos de ideas clara sobre lo que se desea hacer de Boca Chica: una gran urbe turística, donde por ejemplo, la banca internacional tenga su asiento como mercado of shore, por ejemplo, o como centro comercial con atractivos recreativos de gran impacto. Boca Chica requiere de espacios deportivos para su juventud junto a lugares para la sana recreación deportiva y cultural. Hacía deberían enfocar su planificación. No pueden repetirse los errores del pasado.
Además, en su momento, el Ministerio de turismo creó un vice ministerio para la zona que hizo una labor muy positiva, sin embargo, en los últimos años desconocemos si el Mitur tiene una estructura funcional para boca Chica. Este órgano no debe abandonar a Boca Chica a su suerte, al revés, debe retomar ahora todo los planes y proyectos en carpeta, e incluso, si es necesario, debe reformular planes atractivos para el lugar y hacer de ellos una gobernanza ilustrativa y modélica. Pues el Presidente de la República no mintió al país cuando dijo que trabaja para que la nación alcance los diez millones de visitantes al año.DLH-10-8-2016