Instan a las nuevas autoridades municipales a que desde una visión integral de desarrollo tomen en cuenta a las iglesias como actores importantes del desarrollo local.
El Consejo Nacional de Confraternidades de Pastores Evangélicos (CONACOPE) está proponiendo un mayor acercamiento entre las confraternidades de iglesias que trabajan en las provincias y municipios del país y las nuevas autoridades municipales que a partir del 16 de agosto del presente año asumirán la administración local de sus demarcaciones.
La finalidad de este acercamiento, explicó el reverendo Adolfo Mateo, presidente de CONACOPE, es implementar de manera conjunta programas y acciones que involucren a las iglesias y apunten a desarrollar una participación de parte de la colectividad más responsable y comprometida con el bienestar de las ciudades y municipios.
Mateo instó a las nuevas autoridades municipales a que desde una visión integral de desarrollo tomen en cuenta a las iglesias como actores importantes del desarrollo local. “Aspiramos, que las iglesias enclavadas en el mismo corazón del pueblo y conocedoras de las demandas y necesidades de su conglomerado puedan convertirse en canales efectivos de servicios para dar respuestas a problemas sensibles que padecen nuestras comunidades”.
Agregó que “es por eso que estamos exhortando al liderazgo provincial de nuestras confraternidades en todas las localidades a que se acerquen a las nuevas autoridades municipales para que les ofrezcan su colaboración y apoyo para de esa manera orientar esfuerzos para bien de las comunidades”.
Dijo que se tiene la experiencia de algunas provincias en las cuales desde la administración municipal se han realizado esfuerzos combinados entre las iglesias y las alcaldías que pueden ser efectivamente replicados en otros lugares para su beneficio.
En una reunión con miembros del comité ejecutivo de CONACOPE, el reverendo Mateo citó el caso de San Pedro de Macorís, donde la relación del alcalde Tony Echavarría con las confraternidades de iglesias de la ciudad ha permitido, por más de diez años y de manera sostenida, un mayor empoderamiento ciudadano, lo que se ha traducido en mayor eficiencia e integración de los servicios que ofrece la administración municipal.
“Las iglesias cumplen una misión liberadora de carácter espiritual, pero el impacto social y de bien que esto produce para la comunidad ya no puede ser ignorado, dijo Mateo, –y agregó– que CONACOPE ha tomado en cuenta las mejores prácticas de la relación iglesias y alcaldías, por lo que está elaborando un protocolo que sirva de modelo para fortalecer este tipo de relaciones y darle mayor formalidad y carácter.
Dijo que las iglesias, por el compromiso de fe que tienen con la vida, son canales apropiados para impulsar desde su liderazgo programas de educación para contribuir a la seguridad ciudadana, a saneamiento ambiental, a las formas y manejo de desechos, ordenamiento del tránsito, medidas preventivas de salud, limpieza ornato y otros aspectos.
El reverendo Mateo reconoció que los distintos actores sociales que inciden en el desarrollo de la comunidad requieren mayor capacitación y atención, entre ellos las iglesias. En ese sentido, expresó que desde CONACOPE se estarán llevando las capacitaciones de lugar para construir de la manera más amplia y participativa una ciudadanía responsable y comprometida con el desarrollo de sus localidades desde donde se promueva la paz y una mejor vida para sus munícipes.
SOBRE CONACOPE
Las confraternidades son un fenómeno socio-eclesial que surge con la expansión de los barrios de la capital a finales de la década del setenta. Pequeñas iglesias que no podían ser atendidas debidamente por su denominación buscaron apoyo a través de otras congregaciones independientes formando redes. Al compartir las mismas necesidades y los mismos problemas, los pastores y líderes de las iglesias tomaron la iniciativa de agruparse para celebrar cultos unidos y compartir diversas situaciones que se presentan en la comunidad.
Hoy estas confraternidades de iglesias tienen presencia en todas las ciudades y municipios del país, y en más de un noventa y cinco por ciento están agrupadas en el Consejo de Confraternidades de Pastores Evangélicos (CONACOPE), una entidad organizada y debidamente incorporada, representada por una junta de directores y un comité ejecutivo, un presidente y un director ejecutivo. Esta organización está trabajando desde principios del año 2,000 con una extensa y dinámica red de pastores de iglesias que tiene presencia activa en todo el país.