Los caribeños no buscan quedarse en Panamá, sino solo esperan recibir dinero enviado por su familia para continuar viajea Estados Unidos y Canadá.
Panamá, 12 ago (PL) Una oleada de haitianos escenifican hoy una crisis migratoria en Panamá tras penetrar por la frontera sur a través de trochas en la selva de Darién, y permanecer en campamentos y la terminal capitalina de ómnibus.
El director panameño de Migración, Javier Carrillo, explicó este viernes a la prensa que después del fuerte terremoto del 12 de enero de 2010, el cual devastó a Haití, el gobierno de Brasil otorgó visas humanitarias a nacionales de ese país, que ante la actual crisis económica brasilera, buscan migrar a Estados Unidos y Canadá.
Es un proceso que se inició hace unos cuatro meses y ellos no buscan quedarse en Panamá, sino solo esperan recibir dinero enviado por su familia para continuar viaje, por eso se concentran en la terminal central, explicó.
Al llegar al Istmo se le toman huellas dactilares, fotos del iris y el rostro, análisis biométricos y se le toma la información personal que aportan, pues no tienen documentos probatorios de su identidad y nacionalidad, aseguró Carrillo.
El trato humanitario incluye el suministro de alimentos, productos de aseo, calzado y atención de salud, antes de permitirles continuar su ruta mediante un permiso de tránsito de 72 horas por Panamá, confirmó Carrillo, lo que está en consonancia con la decisión gubernamental de generar un "flujo controlado".
La línea divisoria con Colombia es un área de selva tupida e inhóspita, con lugares de muy difícil acceso para el control del paso de personas de uno a otro territorio, por lo que cerrar la frontera es casi ilusorio, expuso Carrillo y afirmó que al norte, en la división con Costa Rica, ocurre igual.
Estos migrantes que ingresaron al país ya atravesaron otros, donde buscaron igualmente la manera de evadir los controles, señaló.
Con referencia a migrantes de nacionalidad cubana, el funcionario confirmó la permanencia de un grupo en zonas cercanas al paso norte de la frontera colombo-panameña, donde el Servicio Nacional de Fronteras no les permite el ingreso al territorio nacional.
Recordó que ya anteriormente se hicieron dos puentes aéreos con Ciudad Juárez, en México, para trasladar a cubanos que ingresaron por ese punto a Panamá, y el presidente Juan Carlos Varela tomó la decisión de no permitirles más el paso.
Daremos ayuda humanitaria a estas personas, pero no podemos seguir siendo parte de esta logística, pues no fuimos escogidos por el pueblo para apoyar un flujo informal que es estimulado por leyes vigentes, afirmó Varela en mayo último, cuando anunció el cierre.
Aunque sin mencionarlo, se refería a la Ley de Ajuste Cubano y la política de "pies secos, pies mojados", que Estados Unidos aplica en exclusiva a los nacionales antillanos que llegan de manera irregular a sus puestos fronterizos, mientras a esas mismas personas les niega visas en su consulado en La Habana, para que migren de forma ordenada.
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