SANTIAGO.- La disposición del alcalde Abel Martínez, de que no volverá a funcionar en el sector de Pueblo Nuevo y sus alrededores el mercado que cada jueves se realizaba en algunas de sus calles, encontró hoy apoyo entre los residentes allí.
Sin embargo, vendedores responsables de los más de 15 mil puestos, sumados a pequeños empresarios que ofertaban las ropas que fabrican, consideraron que el ejecutivo municipal debió darles un plazo para desalojar el área.
Residentes en Pueblo Nuevo, como Víctor Pichardo, Fineta Reyes, Luís Antonio González, Carmen Luisa Jiménez y Víctor Nicasio, calificaron esta mañana como “atinada” la medida adoptada por el alcalde Martínez.
El grupo dijo que la falta de aseo de los lugares que ocupaban los negocios, sumada a la gran cantidad de desperdicios, los desórdenes y la dificultad que tenían incluso para entrar y salir de sus casas, hacía insostenible vivir allí.
Sin embargo, Rafael Torres, quien hace años improvisó en la marquesina de su casa una pequeña distribuidora de detergentes y jabón de cuaba, que vendía mayormente a haitianos que asistían al mercado, estimó que con esa medida “Abel ha demostrado que es una especie de Trujillo”.
Torres admitió que tuvo que integrarse al mercado informal que se realizaba allí cada jueves, porque este se expandió de una manera tal que ocupaba por completo el frente de su vivienda.
Sin embargo, es de opinión de que se debió dar un plazo hasta enero próximo, alegando que hay empresas, tanto de esta ciudad como de Santo Domingo y otros puntos del país, que cada jueves ofertaban sus mercancías fabricadas al invertir millones de pesos.
Ramón Monción, dueño de una micro empresa fabricante de poloshirts y propietario de tres de los casi 20 mil puestos de ventas que funcionaban en el mercado, dijo que si se mantiene la medida, tendrá que cerrarla y cancelar a todos los empleados.
La situación creada tras el anuncio del cabildo ha motivado que esta mañana los vendedores comenzaran a reaccionar y, aunque admitieron que el mercado se había tornado incontrolable, se debió conversar con ellos para buscar una salida satisfactoria al problema.
Pedro García, entrevistado mientras estaba reunido con un grupo de sus colegas, señaló que se contempla buscar una reunión con el alcalde Martínez “porque no es justo que, de la noche a la mañana, miles de personas nos veamos sin el modo de ganarnos la vida de manera honrada”.
Ese sistema de venta semanal comenzó a funcionar hace varios años exclusivamente en los alrededores del mercado público ubicado en Pueblo Nuevo, pero con el paso del tiempo se fue extendiendo, hasta el extremo de avanzar hacia el centro de la ciudad. Su crecimiento primero afectó a los residentes en las calles Manuel R. Objío, J. Belisario Curiel, 17 de Abril y 6 de Septiembre.