El juez Francisco Arias Valera, ex consejero del Poder Judicial, acusado de vender sentencias, se asiló en la Nunciatura Apostólica, alegando persecución política.
Arias Valera, quien guardaba prisión domiciliaria, alegó ser “un perseguido político de Danilo Medina, del Presidente de la República, y de Reinaldo Pared Pérez, actual presidente del Senado”.
En sus razones dijo que lo persiguen para que llegue a un acuerdo con la Procuraduría, y que delate una presunta trama en la que se pretende que el denuncie a el expresidente Leonel Fernández, a Radhamés Jiménez Peña.
Dijo que se pretende que a esos políticos y dirigentes del PLD “como la cabeza de una red al interno del Poder Judicial dedicada a obtener sentencias en favor de allegados, con la anuencia del presidente de la Suprema Corte de Justicia, Mariano Germán Mejía, y de la cual él también formaba parte, lo que catalogó como falso”.
Señaló que con esa acusación se pretende crear el “denominado Quirinazo 2”.
Dijo a periodistas que se encuentran en el lugar que llevó un documento en el que solicitó que le acojan la petición de asilado político al papa Francisco.
Declaró además que el Banco de Reservas, donde tiene ahorros por RD$ 2,700,000, se niega a entregárselos. Señaló que hay una sentencia que descarga los fondos y que el Banco de Reservas se niega a acatarlos.
Al exconsejero se le está conociendo un proceso por corrupción en el poder judicial, porque supuestamente negociaba sentencias. Se recuerda que en noviembre pasado, la Procuraduría General de la República denunció por ante el Consejo del Poder Judicial que una estructura, presuntamente dirigida por el renunciante consejero Francisco Arias Valera, que se dedicaba a manipular procesos judiciales y negociar libertades de personas ligadas al crimen organizado, principalmente en las áreas del narcotráfico, lavado de activos y corrupción.