Para el comentarista Jorge Zepeda, Trump llegó para beneficiar su campaña en un encuentro muy arriesgado para el país y en especial para el jefe de gobierno.
Por Raúl García Alvarez
México, 1 sep (PL) La popularidad del presidente de México Enrique Peña Nieto continúa hoy en baja después que recibió al candidato republicano Donald Trump.
La opinión pública, la prensa y en las redes sociales lo critican por invitar y recibir al magnate norteamericano después de su campaña de descréditos contra los nacionales.
Están decepcionados por la postura asumida por Peña Nieto ante el aspirante a la Casa Blanca, aunque éste mostro una postura firme en defensa de los mexicanos que viven en Estados Unidos.
En vez de un mensaje conciliador y un perdón, como exigían los nacionales, trajo consigo el lenguaje bucólico, omnipotente, insultando e imponiendo la creación de un muro entre Estados Unidos y México.
Para el comentarista Jorge Zepeda, Trump llegó para beneficiar su campaña en un encuentro muy arriesgado para el país y en especial para el jefe de gobierno.
No se podía esperar otra cosa del magnate, durante toda su campaña ha calificado a los emigrantes de violadores y criminales, e incluso dijo en una ocasión "me propongo expulsarlos a todos".
Algunos estiman que vino a marcar territorio, tomarle ventaja a Hillary Clinton, candidata demócrata, y posible presidenta de los Estados Unidos.
Para Gregorio Arizábal, vendedor ambulante, más indigno fue al no pedir perdón por tantos insultos y acusaciones.
Y es que Trump se presentó en la residencia oficial de Los Pinos, en la Ciudad de México, con su idilio de "construir un muro para detener el flujo de armas y dinero".
En un Twitter de Lorena se le pedía: Ya te puedes ir tranquilo, consumaste la humillación.
También en el Senado de México se levantaron voces cuestionando la invitación al candidato republicano.
Senadores del Partido Acción Nacional (PAN) y la presidenta de la comisión de Relaciones Exteriores, Gabriela Cuevas, se opusieron al encuentro con el hombre que insulta una y otra vez… odia a los mexicanos, dijo.
Los diputados del partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) calificaron la estancia de candidato de insulto y de indignante. Trump no es grato en el país.
Dolores Padierna, vicecoordinadora del Partido de la Revolución Democrática fue tajante: el atender a Trump, un gran error.
Los partidos opositores al gobierno coincidieron en que la invitación fue un desatino, darle la mano a quien odia al pueblo.
Lo más indigno para México fue cuando en el Centro de Convenciones de Phoenix, Arizona, reiteró que "los mexicanos pagarán el Muro".
Estoy seguro de que el presidente mexicano resolverá este problema mano a mano conmigo, subrayó.
Los mexicanos ridiculizan al candidato de disímiles manera, destrozan su imagen cuando rompen piñatas, en satíricos videos juego y puede aparecer como el gran malhechor en cualquier etiqueta.
La visita de Trump golpeó la popularidad de Peña Nieto, afectada ya por los pocos resultados en el combate a la corrupción, en la búsqueda de desaparecidos y las violaciones a los derechos de las personas.
En una encuesta reciente del diario Reforma se afirma que dos de cada 10 ciudadanos (23 por ciento) aprueban la gestión del mandatario.
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