Madrid, 2 sep (PL) El Congreso de los Diputados de España rechazó hoy la investidura como presidente del Gobierno del líder del conservador Partido Popular (PP), Mariano Rajoy, al no superar la segunda y última votación de la Cámara baja.
Jefe del Ejecutivo en funciones desde hace más de ocho meses, Rajoy no logró renovar el cargo al obtener el apoyo de 170 de los 350 miembros del Congreso (el mismo resultado del pasado miércoles), por debajo de la mayoría simple requerida en esta segunda vuelta.
El gobernante saliente solicitó la confianza de la Cámara con el aval de sus 137 escaños, los 32 del centroderechista Ciudadanos y uno de la agrupación Coalición Canaria, los mismos respaldos con los que fracasó hace dos días al no lograr la mayoría absoluta, fijada en 176.
En su contra tuvo a los 85 diputados del Partido Socialista Obrero Español (PSOE, principal de la oposición), los 71 de la coalición de izquierda Unidos Podemos y 24 de varias formaciones nacionalistas que completan la cámara encargada de designar al presidente.
Pese a ser la fuerza más votada en las elecciones generales del pasado 26 de junio -una repetición de las celebradas el 20 de diciembre de 2015 ante su inconcluso desenlace-, el PP no pudo así garantizar a Rajoy otros cuatro años en el poder.
A partir del 31 de agosto -fecha de la primera votación- comenzó a correr el plazo de dos meses que marca la Constitución para la disolución automática del Congreso y el Senado y la convocatoria de nuevas elecciones -terceras en un año-, una situación inédita en España.
Si en ese tiempo, que expira el 31 de octubre, no se logra la formación de un ejecutivo, se abriría un período de 54 días para la realización de una tercera cita con las urnas, que caerían el 25 de diciembre (Navidad).
Para evitar ese supuesto, Unidos Podemos, Compromís y algunos partidos nacionalistas vascos y catalanes emplazaron al secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, a dar un paso para liderar una alternativa de gobierno a la del PP.
España vive una parálisis institucional desde los comicios de diciembre, que debieron repetirse el 26 de junio ante la incapacidad de los partidos para llegar a un acuerdo de gobernabilidad.
La irrupción en el Congreso de Podemos (centroizquierda) y Ciudadanos (centroderecha), tercera y cuarta fuerzas parlamentarias, respectivamente, acabaron con más de tres décadas de alternancia en el poder entre PP y PSOE, acostumbrados a gobernar en solitario.
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