El astrónomo explicó que los estudios para predecir con precisión la evolución orbital futura de Bennu deben centrarse en entender la fuerzas de la gravedad y térmicas en el asteroide, las cuales pueden alterar significativamente su camino.
Washington, 2 sep (PL) La Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA) prepara el lanzamiento de la nave OSIRIS-REx hacia el asteroide Bennu, para confirmar si éste puede impactar con la Tierra, informó hoy la agencia.
El despegue de la misión está programado para el 8 de septiembre a las 23.05 horas, a bordo de un cohete Atlas V, que saldrá de cabo Cañaveral, en Florida, Estados Unidos.
Con la nave OSIRIS-REx (Origins, Spectral Interpretation, Resource Identification, Security -Regolith Explorer), se prevé un recorrido aproximado de dos años para llegar a Bennu en 2018, según los cálculos de la NASA.
A su arribo pasará otros 24 meses realizando operaciones de reconocimiento de la superficie antes de una maniobra de toma de muestras en 2020. Los 60 gramos recogidos llegarán a la Tierra en 2023.
El investigador principal de la misión OSIRIS-REx, Dante Lauretta, dijo que Bennu es entre cuatro y cinco mil veces más masivo en comparación con el meteorito que explotó sobre Chelyabinsk, Rusia, en 2013. Por esta razón esperan encontrar pistas sobre el origen del sistema solar, las fuentes de agua y las moléculas orgánicas que trazaron su camino hacia la Tierra.
Aún se desconoce la trayectoria exacta del asteroide, lo que deja abierta una pequeña posibilidad de impacto contra la Tierra a finales del siglo XXII, señaló Lauretta.
El astrónomo explicó que los estudios para predecir con precisión la evolución orbital futura de Bennu deben centrarse en entender la fuerzas de la gravedad y térmicas en el asteroide, las cuales pueden alterar significativamente su camino.
Para ello se producirá un modelo global para investigar la dinámica subyacente y de esta forma, usarlo para predecir, con datos exactos, dónde estará Bennu dentro de los próximos dos siglos.
El modelo también podrá aplicarse a otros asteroides peligrosos, para realmente entender los riesgos de impacto, concluyó.
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