SANTIAGO.- A pesar de que los vendedores del “mercado de pulgas” se comprometieron ayer a realizar la actividad sin invadir ni interferir el orden público, como de costumbre esta se desarrolló hoy en el barrio Pueblo Nuevo sin la organización convenida.
A su funcionamiento se sumó este jueves una protesta originada por vendedores de carnes en el mercado Central, donde hace más de 20 años se inició la venta informal callejera, quienes incendiaron neumáticos en los alrededores, porque Edenorte Dominicana anoche les suspendió el servicio de electricidad que, de manera ilegal utilizaban.
Este jueves las calles donde son ofertados productos comestibles y para vestir volvieron a ser invadidas sin control alguno por parte de las autoridades municipales, mientras que haitianos y dominicanos mantenían en las vías las mesas y tarantines que se suponían serían ubicados sin que entorpecieran el tránsito.
El acuerdo fue rubricado ayer por el alcalde Abel Martínez, el presidente de la Asociación de Pulgueros de Santiago, (ASOPULDESA), Luís Alberto Jiménez y el presidente del Concejo, Luís José Estévez, en un encuentro celebrado en la Alcaldía.
Aunque en el mismo se dejó establecido, también, un perímetro concreto establecido por el Ayuntamiento, determinado por una extensión prudente y preventiva, en la práctica hoy tal cosa no se cumplió.
Esto ocurre no obstante el alcalde Martínez reconocer que “mercado trascendió los límites establecidos y convirtió toda la barriada en tarantines y mesas que con la presencia masiva de personas procedentes de distintos lugares hacen imposible la convivencia de quienes residen en la denominada bahía de Pueblo Nuevo”.
El mercado volvió a funcionar en ese barrio por lo que resta del presente año, a pesar de que la Alcaldía lo había clausurado dos semanas atrás y ayer se anunció que, a contar de enero próximo, será instalado en un solar municipal ubicado en la avenida Hispanoamericana.