Nuevo informe identifica oportunidades claves para impulsar el crecimiento mediante el Mar Caribe y preservando su ecosistema
WASHINGTON, 13 de Septiembre, 2016 – En el período previo a la conferencia de esta semana "Nuestro Mar” en Washington DC y cuyo anfitrión es el secretario de Estado de E.U., John Kerry, un nuevo informe del Banco Mundial publicado hoy examina cómo la transición hacia una "economía azul' para los países del Caribe no sólo puede generar crecimiento, sino también ayudar a los países a obtener una mayor resiliencia a los impactos externos mediante una mejor preservación del océano.
"El Mar Caribe representa un activo económico tremendo para la región no sólo en cuanto a recursos naturales de alto valor, tales como las poblaciones de peces, el petróleo y el gas, sino también como un punto de acceso global para la diversidad marina y el turismo. El mantenimiento de la salud del océano es sinónimo de crecimiento de la riqueza del océano, y la búsqueda de este equilibrio es la forma en que seremos capaces de invertir mejor en la economía azul del Caribe", dijo Pawan Patil, Economista Senior del Banco Mundial y coautor del informe.
El informe 'Hacia una Economía Azul: Una promesa para el crecimiento sostenible en el Caribe' estima que las aguas del Caribe generaron US $ 407 billones en 2012, lo que representa más del 17 por ciento del PIB del Caribe, incluidos los países del continente. Esta cantidad proviene principalmente de la carga enviada a través de las aguas del Caribe, el turismo y la producción de petróleo y gas. En los últimos años, los ingresos procedentes de la acuicultura han aumentado, pero disminuyeron en la pesca de captura a mar abierto.
Al mismo tiempo, la promesa de crecimiento se ve empañada por un aumento de las amenazas para el medio ambiente marino. Alrededor de 166 millones de personas en el Caribe viven a menos de 100 km del mar. Los turistas vienen a la región en gran parte por sus hermosas playas y atracciones de mar, lo cual ejerce una gran presión sobre estos mismos ecosistemas costeros que impulsan las economías. Se considera que cerca del 75 por ciento de los arrecifes de coral de la región están en riesgo debido a la actividad humana y el 85 por ciento del agua residual entra en el mar Caribe sin ser tratada.
"El informe pone de relieve las oportunidades que ofrece la economía azul del Caribe e identifica las áreas prioritarias de acción que puede generar el crecimiento azul y oportunidades para toda la gente del Caribe, al tiempo que garantiza que los océanos y los ecosistemas marinos son gestionados de manera sostenible y se utilizan", dijo Sophie Sirtaine, directora del Banco Mundial para el Caribe.
Los autores destacan diez principios para la inversión en una economía azul del Caribe y proporcionan un marco para que las autoridades establezcan una política inteligente y midan los beneficios económicos y ambientales. Algunas de las recomendaciones del informe incluyen etiquetas ecológicas para promover la pesca sostenible y la acuicultura; vientos marinos y otros sistemas de energías renovables marinos; y hoteles costeros ambientalmente amigables.
En el Caribe Oriental, Granada es el primer país en desarrollar una visión de crecimiento azul como el futuro del país y se ha convertido en un líder en la lucha contra el cambio climático. La pequeña economía del Caribe, también conocida como la "isla de las especias", ha desarrollado con éxito un negocio de exportación de mariscos de alto valor a los EE.UU. y a la cercana Martinica.
"Nuestro primer ministro ha visto la importancia de estas industrias de turismo y pesca para el pueblo de Granada, y se ha comprometido a asegurar que nuestros océanos y el medio ambiente estén protegidos", dijo el doctor Angus Friday, Embajador de Granada en los Estados Unidos.
Otros pequeños estados insulares de todo el mundo, como las Seychelles y Mauricio, han defendido la economía azul y los países del Caribe Oriental adoptaron en 2013 un plan de acción regional y de políticas que el Banco Mundial está apoyando.
El informe sugiere prioridades claves para ayudar a los países a avanzar hacia una economía azul y ampliar las oportunidades para los caribeños, al tiempo que mejora la salud del océano:
• El fortalecimiento de las políticas regionales y nacionales para coordinar y supervisar mejor la gestión de costas y océanos a través de sectores como la pesca, el turismo, el transporte, la energía y el medio ambiente mejor. La Política Oceánica Regional del Caribe del Este es un buen primer paso, pero aún queda mucho por hacer para fomentar la planificación integrada para el establecimiento de zonas geográficas del uso del mar y la protección de los ecosistemas.
• La implementación de políticas inteligentes para promover un entorno marino sano, resiliente y productivo, así como la construcción de infraestructura resiliente: el mantenimiento de los arrecifes de coral y la biodiversidad es fundamental para el desarrollo sostenible del turismo y la pesca. Más resistentes al clima infraestructuras costeras y portuarias son también esenciales para mejorar la conectividad y competitividad de las pequeñas economías insulares, vulnerables a los fenómenos meteorológicos extremos y a los desastres naturales.
• Promover la inversión en las empresas de economía azul: el financiamiento inicial con una mejor capacidad y desarrollo de la tecnología será esencial para apoyar a las pequeñas empresas de economía azul y generar ‘empleos azules'.
• Crear conciencia sobre la economía azul: Esto no sólo requerirá la creación de conciencia y voluntad política necesarias para la transición hacia una economía azul, sino también la identificación de necesidades de habilidades futuras, y el desarrollo de la formación escolar y vocacional para satisfacer esta demanda.
El análisis se llevó a cabo en colaboración con socios claves, incluyendo la Secretaría de la Mancomunidad, la Organización de Estados del Caribe Oriental y el Instituto de Soluciones de Política Ambiental Nicholas de la Universidad de Duke.