Los datos recogidos durante el último año muestran 11 meses seguidos en los cuales se superaron las marcas de altas temperaturas.
Washington, 16 sep (PL) Expertos de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) señalan hoy que el 2016 es el año más caluroso desde 1880, debido a los récords batidos por las temperaturas medias de los primeros ocho meses.
El secretario general de dicha organización, Petteri Taalas, dijo que la humanidad ha sido testigo de un largo período de calor extraordinario, destinado a convertirse en la norma.
Además, advirtió que se han detectado concentraciones inusualmente altas de dióxido de carbono y el calentamiento de la masa oceánica está provocando un agravamiento de la situación de las poblaciones de coral.
Según el comunicado de la OMM: 'Continúa el extraordinario calor global', la temperatura a nivel mundial fue de 0,16 grados centígrados más cálida que el anterior récord, alcanzado en agosto de 2014 y 0,98 grados centígrados más cálida que la temperatura media en este mismo mes entre 1951 y 1980.
Los datos recogidos durante el último año muestran 11 meses seguidos en los cuales se superaron las marcas de altas temperaturas. Estas cifras no suponen una excepción o un caso aislado sino que se convertirán en las nuevas temperaturas 'normales', apuntó Taalas.
Este incremento global tiene efectos negativos para el planeta. Ejemplo de ello es el anuncio del Centro Nacional de Datos sobre Hielo y Nieve de Estados Unidos que reveló el alcance de la extensión mínima de superficie helada en el Ártico, con 4,14 millones de kilómetros cuadrados.
La extensión de hielo ártico en el apogeo de la temporada de deshielo en verano cubre ahora un 40 por cierto menos de superficie que a finales de la década de los 70 y principios de los 80, asegura el informe de la OMM.
Ante esta situación, urge poner en marcha el Acuerdo de París, alcanzado en diciembre de 2015 con la finalidad de evitar un incremento de las temperaturas superior a 1,5 grados centígrados respecto de las temperaturas normales en la era preindustrial, concluye el documento. jha/cdg