Me informan que el Ateneo Dominicano propuso a Roberto Rosario para que continúe al frente de la Junta Central Electoral.
No me extraña.
El Ateneo está secuestrado desde hace muchos años, como otras instituciones del país, por un abogado que ha militado en diferentes partidos, principalmente el Revolucionario Dominicano donde aún milita, aspirante sempiterno a senador por su natal provincia Peravia, Baní, pero sin éxito.
Desde su creación, en Grecia, dos siglos después de Cristo, el Ateneo ha sido una fuente de enriquecimiento espiritual, cultural, educativo y artístico, donde se daban “banquete” los más sabios en cada materia.
En casi todos los países del mundo –menos el nuestro- el Ateneo es dirigido por intelectuales vinculados con la ciencia, el arte y la cultura. Américo Lugo fundó el nuestro a comienzos del siglo pasado.
Al presidente actual no se le conoce ningún mérito intelectual, ni obras de ningún género. No está en el grupo de un Marcio Veloz Maggiolo, Andrés L Mateo, Tonny Raful, Mateo Morrison, Manuel Rueda, José Mármol, Carmen Imbert Brugal, Pedro Berges, Ángela Hernández, kabito Grautreaux, José Lantigua, Federico Henríquez Grateroux, Cándido Cerón, entre otros. Nadie ha leído un texto del presidente del Ateno, a saber, un ensayo, un libro te poesía, una novela o una crítica literaria.
En la actualidad Henry Mejía es el sustituto de Eddy Olivares en la Junta Central Electoral. Su vínculo con Roberto Rosario no es tan viejo como el Ateneo, que ya tiene más de un siglo, pero es bastante prolongado.
No me extraña que ese Ateneo, alejado del arte y la cultura, dirigido por un político, suplente de juez en la Junta Central Electoral, sea quien proponga a Roberto Rosario para la reelección. ¡Qué vergüenza! ¡Cuánta falta de escrúpulos! ¡Qué pena! ¿Hasta dónde llegará la degradación ética y moral de la sociedad dominicana? ¿Hasta dónde…? Como diría Andrés L. Mateo: ¡Oh Dios!