En la actualidad seguimos en el mismo riesgo, pues ese movimiento que fue en Haití puede darse en República Dominicana”, aseguró el presidente de SODOSISMICA
“En la República Dominicana siempre ha habido terremotos y van a seguir existiendo, eso nadie lo puede impedir, y tampoco predecir cuándo, donde, ni de que magnitud. Somos una isla sísmica y hay suficiente información para seguir asegurándolo”.
Así lo afirmó el presidente de la Sociedad Dominicana de Sismología e Ingeniería Sísmica (SODOSISMICA), Leonardo Reyes Madera, tras asegurar que es importante poner atención en las edificaciones de escuelas y hospitales, edificaciones esenciales que no podemos darnos el lujo de perder en un terremoto que puede ocurrir en cualquier momento.
“Se decía que fue la falla de Enriquillo la que provocó el terremoto de Haití. Estaba previsto un terremoto 7.1 por el doctor Eric Calais, y el terremoto fue de magnitud 7. Pero, en la actualidad seguimos en el mismo riesgo, pues ese movimiento que fue en Haití puede darse en República Dominicana”, expresó el experto al ser entrevistado en el programa Toque Final con Julio Martínez Pozo, por Antena Latina canal 7.
Indicó que desde hace más de quince años el Servicio Geológico de los Estados Unidos, Sodosismica y la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM), han estado dando seguimiento a un monitoreo de la falla septentrional y la falla de Enriquillo.
Informó que las fallas sísmicas de la República Dominicana están estudiadas y son conocidas desde hace muchos años, y que han ocurrido más de ocho mil sismos desde el 1900 al 2016, lo que a su juicio significa que la isla está sellada de temblores de todas las magnitudes.
Ingeniero Rafael Corominas Pepín
Sobre el ingeniero Rafael Corominas Pepín, fallecido la semana pasada, dijo que el país ha perdido primero un gran ser humano con un altísimo sentido de lo que era respetar la vida, quien se dedicó a llevar el nivel de conciencia y de seguridad, y tuvo la oportunidad de ver en el 2011 como se publicó el Reglamento Sísmico actual, que está en vigencia desde ese año, fruto de la revisión y adecuación del reglamento del 1979.
Dijo que a nivel profesional, el ingeniero Corominas fue una de las personas que tuvo una gran actividad constructiva, “fue quien hizo la urbanización más grande de aquellos tiempos [El Embrujo], desarrolló un millón de metros cuadrados de edificaciones para gente de escasos recursos”.
Reyes Madera narró que el ingeniero Corominas tuvo la oportunidad de salir al Instituto de Ciencias de la Construcción Eduardo Torroja, en España, y allí se topó con un profesor que le preguntó si conocía la problemática sísmica de la isla, pero este le dijo que no la conocía y se sorprendió bastante con esta pregunta.
“Ese profesor le facilitó una serie de informaciones que sirvieron de motivación para que el ingeniero Corominas recabara muchos más datos sobre la situación sísmica de la isla, y a su regreso al país convoco en el colegio de ingenieros para una conferencia, donde fue la primera vez que se dio a conocer en el país el nivel de peligrosidad”, explicó.
Asimismo, indicó que el paso del ingeniero Corominas por el Ministerio de Obras Públicas todos lo recuerdan como una de las personas con más capacidad y honestidad que ha dirigido esa cartera.
“A su llegada a Obras Publicas es la persona que provoca que se ejecute el Primer Reglamento para Análisis Sísmico de Estructura. Se contrata a SODOSISMICA, y es aquí donde se escribe este documento que fue de su iniciativa; publicado en el año 1979”, dijo.
Destacó además, que costó 31 años poder volver a ponerle las manos a ese reglamento, y resurge su revisión en el 2011, ya que el terremoto de Haití ayudó un poco a empujar la actualización del mismo.
Agregó que para todas las edificaciones que se construyen en el país a partir del 2011 el Ministerio de Obras Publicas requiere la aplicación del Reglamento Sísmico, lo que quiere decir, que las construcciones cada vez tienden a ser más seguras, sobre todo el sector privado, al que se le aplican todos estos requisitos de los nuevos códigos, y no necesariamente a las edificaciones del Estado, ya que según explicó, muchas de ellas tienen sus dependencias, hacen sus proyectos y las ejecutan.