Mickey Mahler, Eugene Richardson y Ralph Garr cubrieron jornadas deportivas destacadas en su paso por la República Dominicana
SANTO DOMINGO. La historia del deporte dominicano registra hazañas de grandes atletas extranjeros en distintas disciplinas y propulsores que ha dominado una época como refuerzos, dejando una estela de inolvidables recuerdos en la afición deportiva que el tiempo no ha borrado.
Tal es el caso de hombres de otras nacionalidades como "Su Majestad" Alonzo Perry, Charles Dore, Pedro Miguel Caratini, Jack Edwin Currie, entre otros inmortales del deporte dominicano, ya fallecidos o sobrevivientes como Manolín Morales, español; o Rafael Avila, un cubano de nacimiento pero nacionalizado dominicano.
Sin embargo, siendo pocos no serán los únicos cuando el Pabellón de la Fama del Deporte dominicano celebre sus ‘Bodas de Oro’, en el Quincuagésimo Ceremonial de Exaltación, el próximo domingo 16 de octubre a partir de las 10:00 de la mañana en el Auditórium de la entidad ubicado en el Centro Olímpico Juan Pablo Duarte.
Mickey Mahler, Ralph Garr y Eugene Richardson se unirán a ellos como Inmortales del Deporte Dominicano, por los grandes logros exhibidos en los escenarios deportivos dominicanos, los dos primeros en béisbol profesional y el último en baloncesto.
La elección de Garr, Richardson y Mahler fue anunciada por el presidente del Salón de la Fama del Deporte Dominicano, doctor Luis Scheker Ortiz, quien señalo los méritos de cada exaltado y el apoyo brindado por el Club Mauricio Báez y los equipos Estrellas Orientales y Leones del Escogido.
Mahler comandó una época del béisbol criollo como refuerzo del Escogido, y Garr es uno de los más prolíficos bateadores de promedio que han pisado los parques dominicanos jugando para las Estrellas y Richardson es considerado como uno de los jugadores del aro y balón mas excitante y consistente.
A continuación, una breve historia de los tres deportistas estadounidense que dominaron el deporte en su época y paso por el deporte de República Dominicana.
Eugene Richardson
Richardson es considerado el jugador extranjero de mayor dominio en torneos nacionales celebrados en el Distrito Nacional y en Gran Arena del Cibao.
Ha sido el único refuerzo con 3,000 o más puntos fabricados en los 40 años de historia del baloncesto superior de la Capital y sólo él ha superado también los 1,000 rebotes y otorgado 200 o más asistencias. Esos registros no han sido igualado por ningún otro refuerzo.
En su actuación combinada en los torneos de la Capital y Santiago terminó con 3,177 puntos, 1,042 rebotes y 231 asistencias.
Ganó dos lideratos de anotación, en 1981 con 30,6 puntos por partidos y en el 87 con 25,6; fue galardonado Jugador Más Valioso en el 81 y el 82 (único importado como más de un premio de esa magnitud), además de terminar segundo en anotación en los torneos de 1982, 84, 85 y 86, con averaje de 25,3, 26,4, 23,8 y 21,6, respectivamente.
En el 81 también fue segundo en rebotes capturados con 9,0.
Eugene fue el pulmón que oxigenó al Mauricio Báez en los tres campeonatos consecutivos obtenidos por el emblemático Club deportivo y cultural de Villa Juana, entre 1984 y 1986. Con anterioridad, había liderado al conjunto hasta la final en el campeonato del 82 y posteriormente en el de 1988.
Además de sus tres títulos y dos sub campeonatos, Richardson tiene el honor de haber conducido al Mauricio Báez a las semifinales del 1981, 82, 84, 85, 86, 87 y 88. Es decir, clasificó a su conjunto en los siete años que jugó como refuerzo en el torneo distrital.
Con 24,3, Eugene tiene el mejor promedio de puntos anotados en torneos distristales, siendo además en el refuerzo con más puntos anotados de por vida con 2,536 y en rebotes con 756, más partidos jugados por un refuerzo con 104, más torneos con siete y es parte de los mejores 25 en la historia del evento en anotación, rebotes y asistencia, incluyendo nativos e importados.
Eugene acarreó al conjunto mauriciano a ganar las series regulares del 82, 84, 85 y 88, con respectivos registros de 10-5, 11-4, 12-3 y 13-7. En 1988 fue parte del trío de jugadores de un mismo equipo que más rebotes totalizaron en un torneo, cuando combinó sus 115, con los 130 de José Molina y los 109 del finado Ramón -Montante- Castillo, para un total de 354.
Richardson forma parte de un círculo exclusivo que ha logrado hazañas especiales en el torneo capitalino. Con sus 30,6 en 1981, es uno de sólo cinco jugadores en la historia con un promedio de 30 puntos o más en un torneo, listado que completan Iván Mieses (513 y 34,2 en 1977, 472 y 31,5 en el 78), Antonio -Chicho- Sibilio (458 y 32,7 en el 76), Hugo Cabrera (476 y 31,1 en el 77) y Ed Johnson (368 y 30,7 en el 1974).
Fue el último en anotar más de 450 puntos, 130 rebotes y un promedio de 30 o más puntos por partido. Tuvo 456 tantos, 136 capturas y promedio de 30,6 en 1981, igualando la hazaña que compartían Antonio Sibilio, con 458-183-32,7 en 1976, y Hugo Cabrera, quien tuvo una línea de 467-192-31,1 en el 77.
En 1981 se unió a José -Boyón- Domínguez (con 51), Pedrito Morel (43), Richardson (31) y Montante Castillo (29) como la primera y única cuarteta de un equipo con más de 25 asistencias en un mismo torneo. Totalizaron 154.
En el 88 se unió a Domínguez, con 154, como la pareja con la mayor cantidad de asistencias. ‘El Tigre’ repartió 28 y Boyón fue líder del torneo con 126. En el 84 fue parte del primer equipo que totalizó más de 200 asistencias (202 tuvo Mauricio), en el 83 formó parte del equipo más ofensivo con 1,354 puntos y 90,3 por juego, hazaña superada por el mismo Mauricio Báez en el 85, cuando con Richardson como líder, logró 1,518 y average de 101,2. Este logro sólo había sido logrado en una ocasión previa, el equipo del Naco en 1977 con 1,587 y promedio de 105,8.
Sus 456 puntos en el torneo del 81 lo combinaron con Julián -Bombo- McKelly, quien anotó 131, como la pareja más ofensiva con 587. Luego, en el 85 junto con Jesús -Chú- Mercedes superaron esta cifra con 689, con 396 Eugene y 293 para su compañero. Este mismo binomio superó los 500 puntos en 85 (595 en total), con 358 para Eugene y 239 de Chú.
En el 82 estableció junto a Julian McKelly el récord de más rebotes para una pareja en el torneo, con 269,
Fue campeón en 1987 en el basket de Santiago, donde en 28 partidos de acción encestó 581 puntos y promedio de 20,8, con 61 asistencias, 286 rebotes, 60,2 en tiros de campo, 42,6 en lances de tres y 79,8 en tiros libres.
Mickey Mahler
Después de nueve temporadas -sólo siete completas- como refuerzo en el béisbol profesional de República Dominicana, Mickey Mahler figura como uno de los grandes refuerzos que han pisado los escenarios nacionales y entre los mejores lanzadores de todos los tiempos, sin importar nacionalidad.
Por eso, el ex lanzador zurdo estadounidense será entronizado en el Ceremonial del próximo domingo 16 de octubre, como reconocimiento al dominio que tuvo en la liga entre las temporadas 1977-78 a 1986-87.
Mahler es el único lanzador importado con mas de 25 victorias alcanzadas. En su paso por la liga superó con creces esa cifra para colocarse en un círculo súper exclusivo de 10 serpentineros que han conseguido 40 ó más juegos ganados.
Justamente, cuarenta fueron las victorias de Mahler, cifra que lo mantiene empatado en el décimo puesto de todos los tiempos con los dominicanos Fernando Hernández y José Mercedes.
Sus 81 partidos iniciados es la 15ta. mayor cantidad de por vida y los 350 ponches propinados lo mantienen ubicado en el puesto 13.
Hizo su incursión en la LIDOM con las Estrellas Orientales, donde comenzó a enseñar su grandeza, al ganar siete partidos con tres derrotas en 15 juegos como abridor, completando cuatro, con 80 ponches, 98 hits permitidos y 39 carreras limpias en 95.2 entradas lanzadas.
Lanzando para el Escogido, Mahler tuvo tres temporadas de siete victorias y cuatro de seis. Su cifra tope fueron los ocho triunfos de la estación 85-86, con seis juegos completos y sólo tres derrotas en 13 aperturas. Tiró 96.1 de entradas, permitió 19 carreras, 71 hits, otorgó 28 bases por bolas y ponchó 68.
Mahler terminó con registros colectivos de 40 victorias en 81 partidos iniciados y sus 19 juegos completos son superiores a las derrotas sufridas, 17. Lanzó 542.1 entradas, aceptó 180 carreras, le conectaron 507 hits otorgó 178 boletos y ponchó 350 y una encomiable efectividad de 2.99.
Ganó el liderato de ponches en la campaña 77-78 con 80 y en el 85-86 su efectividad fue una microscópica .178. También tuvo 2.56 de carreras limpias permitidas por cada nueve entradas lanzadas en el 80-81, 2.45 en el 83-84 y 2.44 en la estación del 84-85.
Es importante acotar que Mickey Mahler sólo vio en siete temporadas completas, ya que en la del 79-80 apenas inició un partido con los Leones y en 8,2 entradas le anotaron ocho carreras, mientras que en la del 86-86, su último año, abrió un encuentro y tiró seis episodios.
Biografía de Ralph Garr
La permanencia de Ralph Garr en la pelota profesional dominicana no fue tan prolongada como la de su coterráneo Mickey Mahler, pero sus cuatro años en el circuito fueron una pesadilla para los lanzadores contrarios.
El norteamericano jugó de 1969-70 al 81-82 y en cada una de sus cuatro campañas bateó por encima de .385 de promedio. En ese espació ganó tres títulos de bateo, todos consecutivos, y es uno de dos peloteros que han conseguido tal hazaña. El otro es Manuel Mota, quien fue campeón bate del 60-61 al 64-65 con los Tigres del Licey.
Además, es Ralph Garr el único jugador del béisbol invernal que ha conquistado el liderato de hits en tres temporadas consecutivas, al pegar 79, 105 y 88 en el 68-69, 69-70 y 70-71, sucesivamente.
Otro récord que sigue en poder de Garr fueron los campeonatos consecutivos que encabezó la liga en carreras anotadas, con 37, 58 y 39, del 69-70 al 71-72. Este último año también fue el mejor de la liga en triples conectados con seis.
Eso incluyó dos temporadas de .400 o más de average, lo que le permitió finalizar con un promedio colectivo de .412, el más elevado para cualquier pelotero que haya accionado en el circuito. Sus logros individuales incluyen dos títulos de bases robadas, ambos seguidos, con 23 en el 69-70 y la misma cantidad en el 70-71, hito que sólo han conseguido nueve jugadores en la historia del béisbol otoño-invernal.
El otrora jardinero de las Estrellas logró promedio de .387 en su primera campaña, siguió con otra de .457 el mas alto promedio obtenido por bateador alguno en el circuito de béisbol profesional dominicano. Bateó .388 en la tercera temporada y .419 en su último año, jugando sólo 26 partidos 80-81.
Jugó en 186 partidos, agotó 735 turnos oficiales al bate, pegó 303 imparables, entre ellos 33 dobles, 16 triples y cinco cuadrangulares. Remolcó 71, anotó 146, recibió 66 boletos y sólo se ponchó en 44 oportunidades.
Los pocos ponches y los elevados promedios de bateo hablan de la grandeza de Raph Garr como uno de los bateadores más consistentes y finos que han pasado como refuerzo en la liga dominicana.