Washington, 26 sep (PL) Científicos estadounidenses publicaron hoy en la revista Geophysical Research Letters un estudio que sugiere la existencia de un océano de 100 kilómetros de profundidad, bajo la corteza helada de Plutón.
Los investigadores de la Universidad de Brown, Estados Unidos, indicaron que con las pruebas acumuladas por la nave espacial New Horizons de la NASA puede aparecer en el planeta enano este océano con un gran contenido de sal.
El estudio se basa en los análisis de la Sputnik Planum, una cuenca de 900 kilómetros de diámetro que conforma el lóbulo occidental en forma de corazón, observada por New Horizons.
Probablemente esta cuenca se creó por el impacto de un objeto de 200 kilómetros de diámetro o incluso más grande, afirmó el autor principal del estudio, Brandon Johnson.
Los geólogos modelaron la dinámica del referido choque y de Plutón y su luna Caronte. Ambas se encuentran bloqueadas gravitacionalmente y tienen un anclaje de mareas entre sí, lo cual significa que siempre se muestran la misma cara a medida que giran.
Con esta información, los expertos señalan que Sputnik Planum se asienta justamente en el eje gravitacional donde se vinculan a los dos mundos. Esta posición sugiere una anomalía de masa positiva en la cuenca, es decir, tiene más masa que el promedio de la corteza de Plutón.
Johnson explicó que el hueco en la superficie de un planeta, seguido de un rebote por el impacto que ocasiona una fuga de material desde el fondo hasta el interior. Por ello, el cráter termina con la misma masa que tenía antes del choque, lo que se conoce como compensación isostática.
Debido a que el agua es más densa que el hielo, una capa de agua líquida pudo brotar bajo la corteza helada de Plutón, provocando la anomalía en Sputnik Planum.
En modelos de ordenador, encontramos que la ocurrencia de esta irregularidad de masa positiva es realmente sensible al grosor de la capa oceánica, y también a la cantidad de sal en el mismo. Por tanto, el planeta enano tiene escondido este océano de más de 100 kilómetros de grosor, con una salinidad de alrededor del 30 por ciento, concluyó Johnson.
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