Washington, 5 oct (PL) Wilma, Charley y Andrew son nombres que aún asustan en la península de la Florida, Estados Unidos, cuyos residentes aguardan hoy por el huracán Matthew, rezando porque sea menos catastrófico.
El gobernador Rick Scott declaró el estado de emergencia, la Guardia Nacional movilizó a cientos de efectivos, las escuelas y oficinas públicas amanecieron cerradas y la gente se pertrechó con víveres, velas, baterías y agua potable para varios semanas.
Según el Centro Nacional de Huracanes, con sede en Miami, el meteoro que recién atravesó el extremo oriental de Cuba y enfiló a las Bahamas, podría llegar a la Florida convertido en un huracán de Categoría 4 o 5, las dos peores en intensidad.
Si bien el organismo se debilitó en su paso por Cuba, desde su formación ha sufrido una fluctuación en su intensidad que hace prever un fortalecimiento en las próximas horas, y golpear a la Florida con una potencia no sentida aquí hace casi una década.
Wilma, un meteoro categoría 3 que en octubre de 2005 cruzó los Everglades para golpear los condados de Broward y Palm Beach, fue el más fuerte ciclón hasta la fecha que azotó la Florida, con saldo de cinco muertos, 34 mil desplazados y dos mil millones de dólares en daños.
Muchos consideran el peor al huracán Andrew, de Categoría 5, que en agosto de 1992 barrió literalmente el condado de Homestead y el sur de Miami-Dade, dejando 15 muertos, 90 mil refugiados y 34 mil millones de dólares en daños materiales.
Una década después, el Charley mató a 29 personas al impactar la Florida con Categoría 4 en agosto de 2004, forzando la evacuación de 52 mil personas y ocasionado daños valorados en mil 350 millones de dólares.
Otros huracanes notorios que golpearon la sureña península estadounidense y sus cayos fueron Frances (2004, Categoría 2, 37 muertos); Ivan, (2004, 3, 14); Donna (1960, 4, 50); Jeanne (2004, 3, 3); y Opal (1995, 3, 1).
Sin embargo, el huracán San Felipe-Okeechobee ha sido el más letal, pues mató a dos mil 500 personas en septiembre de 1928, sobre todo por las inundaciones, y también es recordado el ciclón Gran Miami, en 1926, que dejó 373 muertos y 50 mil personas sin hogar.
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