El hombre que dirige por segunda vez los destinos de la República Dominicana nacido entre Mogollón y Arroyo Cano, en el centro de la isla hispaniola, provincia San Juan de la Maguana, es un producto auténtico de la UASD. Así, aquellos que critican el fuero universitario que es la UASD, olvidan que sin ella, probablemente, no tuviesen el presidente que hoy dirige los destinos nacionales.
O, lo que es lo mismo, olvidan que la UASD si cumple el objeto social que de ella espera la nación. Danilo no es el único producto pero si es un producto representativo de lo que es capaz de hacer la más vieja alta casa de estudios del nuevo mundo con jóvenes campesinos con ansias de superación personal.
Sin embargo, de ordinario ocurre que son más las voces que descalifican a la universidad Santo Tomás de Aquino, la más vieja alta casa de estudios del país y de las américas, con afirmaciones infundadas. Uno de esos infundios fue aquel por el cual, mediante ley, se asimiló a la UASD con universidades privadas y se la ha puesto a competir con los mercaderes de la educación, como si dicha casa de estudios estuviese en el mercado. Pretendiendo con ello, quitarle el rol social que la misma ha llenado satisfactoriamente en la sociedad. Quítese la UASD y se quitará al presidente ayer campesino pobre, hoy presidente de la República. Su caso no es el único, pues muchos profesionales que hoy exhiben un éxito profesional que quizás nunca soñaron cuando almorzaban locrio de arenque en su comedor universitario, tiene dicho estatus gracias a que la UASD cumple cabalmente su rol.
En palabras diferentes, pretenden negar a otros jóvenes humildes, pero con grandes aspiraciones de servir a la nación como profesionales, la oportunidad de estudiar en la universidad del pueblo como con propiedad se la ha llamado. Negarle la oportunidad de que disfrutaron en el pasado y que les convirtió en los hombres de bien que hoy son constituye un acto de barbarie, es el egoísmo desenfrenado, pues ciertamente, sus hijos estudian hoy en grandes centros, pero no es a esos a quienes la debacle de la UASD afectaría, es a los que hoy son como eran ellos ayer. La ingratitud está dentro de las cualidades humanas pero la cerrazón no puede llegar tan lejos.
La UASD requiere no solo un presupuesto adecuado para seguir operando, requiere también de la comprensión de su hijo hoy Presidente de la República, pues, precisamente, Danilo no es de los que olvidan sus orígenes, por el contrario, es un abanderado de los anhelos de redención de los humildes, de los descamisados, de los sin nombres. Por eso, dudamos que las voces que quieren torcer el rumbo del Presidente logren mellar su andar de redentor. Danilo mirará a la UASD con los ojos del campesino agradecido que fue ayer gracias a la función social de su alma mater.
Los obstáculos son muchos se le ha dicho que es un centro plagado de enemigos, que allí no se trabaja, que se pierde mucho tiempo, que es dinero perdido, etc., etc., sin embargo, el mejor desmentido a dicha postura es el propio Presidente. Pues la UASD es mucho más que piedra, es el laboratorio social, económico y político del país. En la UASD Danilo no tiene enemigos, tiene amigos y una juventud que espera tener las mismas oportunidades de que disfrutó en su época de estudiante uasdiano, esperan más, esperan que mejore aquello que soñó mejorar si se le daba la oportunidad. En sus manos está el pandero. Mucho ha aportado la UASD pero le falta mucho más por aportar, el Presidente no debe escuchar a quienes intentan alejarlo de su alma mater con cantos de sirena. Los pueblos son los únicos que saben agradecer a sus hijos meritorios.
Juan Bosch, profesor de Danilo, y de gran parte de los ciudadanos que hoy nos gobiernan, sabía muy bien el laboratorio que es la UASD para el país, dijo que los jóvenes que allí estudiaban eran hijos de campesinos, de chiriperos y pobres en general que deseaban cambiar la suerte de sus hijos. La UASD sigue siendo ese sueño de muchos, no de pocos, por ello, toca al Presidente no solo acercarse a la UASD como su hijo sino como aquel redentor de los pobres que él mismo ha dicho que es.
Los profesores, los empleados y los estudiantes de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, UASD, estamos muy claros en la responsabilidad social que encaramos, cumplimos y seguiremos cumpliendo. Solo requerimos la debida comprensión, pues muchas veces, se nos evalúa por la acción de grupúsculos, las más de las veces ajenos al quehacer universitarios, tenemos falencias, no lo negamos pero trabajamos con tesón para superarlos. Quien dirige la UASD es un maestro de larga data, es un septuagenario que a lo largo de su dilatada vida, solo ha hecho educar jóvenes pobres, es lo que desea seguir haciendo con la colaboración del Presidente, quien si no fue su alumno, bien pudo serlo. Esperamos pacientemente, se nos vea como lo que somos, no como algunos entienden o desean que seamos, pues la UASD es la juventud del pueblo dominicano representado en Danilo Medina Sánchez. DLH-27-9-2016