Las denuncias públicas de maltratos hechas por el segundo teniente Francisco Antonio Díaz Hernández y el raso Daurin Muñoz Martínez (ambos ya en honrosa categoría de “ex”) son apenas humitos del horno que es esa institución paramilitar de esencia trujillista llamada Policía Nacional (con todo y su supuesta “modernización”), donde hasta altos oficiales (me consta por conversaciones con algunos) sufren iniquidades sin nombre. ¡Bienvenida la marcha de lunes, que ellos han convocado para que los policías hagan valer sus irrenunciables derechos ciudadanos contra las injusticias de que son víctimas! ¡Hay que apoyarlos!