La NASA informó en su portal este lunes que la Luna ha recibido un bombardeo masivo de meteoritos, un fenómeno que había sido previsto por las observaciones de la sonda espacial Lunar Reconnaissance Orbiter, LRO.
De acuerdo a lo informado este hallazgo también implica que los equipos desplegados en la Luna para largos periodos –como una base lunar – deberían de hacerse más resistentes. Si bien es poco probable el impacto de un meteorito, una lluvia más intensa de escombros sí podrían suponer un riesgo para los activos en la superficie.
“Antes del lanzamiento de LRO, se creía que el estremecimiento en el suelo lunar por impacto de meteoritos tomaba millones de años en revocar la superficie dos centímetros”, dijo Emerson Speyerer de la Unidad Estatal de Arizona. “las nuevas imágenes de la cámara de LRO están revelando pequeños cambios en la superficie más rápido de lo que se pensaba”.
Por su parte, el co-autor Mark Robinson sostuvo que las nuevas imágenes revelan que "Las huellas de los astronautas de la misión Apolo de la NASA serán eliminadas en decenas de miles de años en lugar de millones como se creía", dijo Mark Robinson, de la Universidad Estatal de Arizona y coautor del estudio.
LRO entró en órbita lunar en Junio de 2009 y ha adquirido un amplio conjunto de imágenes de alta resolución de la superficie, incluyendo pares de imágenes de las mismas áreas tomadas en diferentes momentos. Gracias a estas imágenes antes y después (pares temporales) adquiridas por la cámara de ángulo estrecho LROC, el equipo identificó más de 200 cráteres de impacto que se formaron durante la misión LRO, que varían en tamaño desde aproximadamente 3 a 43 metros de diámetro.
Dado que los cráteres se acumulan con el tiempo, una superficie con huellas de varios cráteres es más vieja que una región con pocos cráteres. Conocer el número de cráteres que se forma cada año es importante para calcular las regiones más jóvenes. Al analizar el número, tamaño y distribución, el equipo estimó cráteres contemporáneos en la Luna. Durante la investigación, identificaron que había un 30% de nuevos cráteres más que los modelos anteriores.