Las acciones bélicas aceleraron la salida de varios cientos de civiles, incluidas familias enteras, aunque se trata de un goteo aún lejos del éxodo masivo que la ONU tiene previsto cuando arrecien los enfrentamientos dentro de Mosul, la segunda ciudad de Iraq.
Bagdad, 21 oct (PL) Tropas gubernamentales iraquíes recuperaron Bartalla y fuerzas kurdas abrieron un nuevo frente como parte de la ofensiva conjunta contra el Estado Islámico (EI) en Mosul, de donde prosigue un incesante éxodo de cientos de desplazados.
Efectivos de las fuerzas de élite antiterroristas ingresaron el jueves al poblado de Bartalla, situado en el borde oriental de Mosul, y hoy afianzaron sus posiciones al tiempo que unidades de zapadores despejaban calles e inmuebles de bombas trampas dejadas por los extremistas.
Le anunciamos a la gente de Bartalla y Mosul que hemos completado el control sobre Bartalla, indicó a periodistas el comandante de las fuerzas antiterroristas Taleb Sheghati al-Kenani desde ese territorio situado a sólo 15 kilómetros al este de la capital de la provincia de Nínive.
A raíz de ese avance, que se sumó al de combatientes kurdos Peshmerga en la localidad norteña de Bashiqa -cerca de donde están desplegados soldados y blindados de Turquía-, el primer ministro iraquí, Haider Al-Abadi, valoró que en cuatro días de operaciones "están avanzando más rápido de lo previsto".
El propósito de los soldados de la Región Autónoma del Kurdistán iraquí es "limpiar de terroristas varias aldeas cercanas y garantizar el control de áreas estratégicas para restringir más los movimientos del Daesh", acrónimo árabe del EI, según explicó un jefe militar de alto rango.
A primera hora de este viernes, buldócer allanaron el camino para que carros blindados de los Peshmerga pudieran acceder a Bashiqa, mientras tanques y otros vehículos de transporte de personal se preparaban para desplegarse allí, relataron fuentes desde Erbil, la capital de la RAK.
Las acciones bélicas aceleraron la salida de varios cientos de civiles, incluidas familias enteras, aunque se trata de un goteo aún lejos del éxodo masivo que la ONU tiene previsto cuando arrecien los enfrentamientos dentro de Mosul, la segunda ciudad de Iraq.
Hombres, mujeres y niños intentaban escapar a pie o en carros de la aldea de Mdaraj, al sur de Mosul, desde donde también se reportó el desplazamiento de unos cinco mil residentes hacia la vecina Siria en los últimos 10 días.
Por lo menos dos mil civiles salieron y están retenidos en la frontera siria, mientras otras fuentes aseguraron que unos 500 la cruzaron y están ahora en campamentos en Al-Hawl.
Por otro lado, el Ejército iraquí informó que terroristas del Daesh, algunos de ellos suicidas con chalecos explosivos, atacaron hoy la ciudad septentrional de Kirkuk en un aparente esfuerzo por desviar la atención de las tropas gubernamentales y las milicias que avanzan a Mosul.
Según la información atribuida al gobernador de Kirkuk, Najmeddin Karim, al menos 22 personas murieron cuando cinco suicidas se inmolaron durante las oraciones colectivas de este viernes dentro de la mezquita Al-Mohammadi mientras gritaban por altoparlantes "Alahu Akbar" (Dios es el más grande).
El canal Al-Iraqia indicó que la justicia iraquí ordenó el arresto del antiguo gobernador de Mosul Atheel al-Nujaifi, acusado de pasar información de inteligencia a Turquía que facilitó la entrada de tropas de Ankara en el norte de Iraq y su despliegue en una base en Zilkan.
mfb/ucl