Por: Miguel Melenciano.- Manhattan, NY.- La Asociación de Bodegueros de los Estados Unidos, (ASOBEU) mostró preocupación y al mismo tiempo se opuso a que la ciudad de New York otorgue alrededor de 7 mil licencias a vendedores ambulantes de comidas y otros tipos de mercancías para que estos se ubiquen frente a establecimiento comerciales de su propiedad.
Ramón Murphy presidente de los bodegueros expresó que de aprobarse este proyecto de ley los pequeños negocios se verían en la obligación de cerrar, ya que no podrían soportar la competencia desleal de los vendedores ambulantes, los cuales no pagan rentas, energía eléctrica, empleados, y las grandes multas que le impone la ciudad por cualquier nimiedad.
Agrego que producto de los desperdicios que generan los vendedores ambulantes colocados frente a sus negocios han tenido que pagar miles de multa al departamento de sanidad de la ciudad de New York, puestos que el vendedor ambulante se mueve cuando concluye su faena dejando las basuras, pero los bodegueros se mantienen en el mismo lugar.
“Es increíble la capacidad que tiene la ciudad para culparnos y castigarnos cuando encuentran frente o alrededor de nuestros establecimientos desperdicios originados por los vendedores ambulantes, pero nadie localiza a éstos para sancionarlo y ahí estamos nosotros los bodegueros, con un local abierto para enviarnos las multas”, explicó Murphy.
Apuntó el también dirigente comunitario que la pretendida ley propuesta por los concejales Mark Levine e Ydanis Rodríguez creará un comportamiento anticompetitivo que perjudicaría a los negocios formales, y en vez de 7 mil trabajadores informales, generaría tres veces esa cantidad, pues otros se lanzarían a vender en las calles sin permisos.
Demandó a la ciudad que en vez de otorgar permisos a los vendedores ambulantes les busque un espacio, al estilo plaza, que no afecte a los comercios establecidos y que pagan sus impuestos, y puso como ejemplo, los vendedores de frutas y viandas establecidos en la calle 175 y Broadway del alto Manhattan que hacen negocios sin entorpecer el de ellos.
La propuesta de ley lleva el nombre de "Street Vendor Modernization Act" o Ley de Modernización de los Vendedores Ambulantes y contempla el que se dupliquen gradualmente los permisos para vender comida en la calle.
Esta ley otorgaría 500 permisos nuevos cada año durante un periodo de siete años. Actualmente hay en la ciudad unos 10 mil vendedores ambulantes que trabajan sin licencia.