SANTIAGO.- Residentes en el sector Doña Julia, de la Ceibita de Pekín, en esta ciudad, donde las autoridades judiciales han realizado dos desalojos de personas que ocupaban ilegalmente varios solares, anoche produjeron daños a viviendas construidas de manera legal allí, en represalia porque los sacaron de esos predios.
Mientras que esta mañana un grupo de los desalojados continuaba su caminata iniciada hace dos días hacia el Palacio Nacional, en reclamo de que se les permita ocupar nuevamente los predios.
Los ataques a esas residencias estuvieron acompañados de amenazas de muerte a varios de los que hace varios años adquirieron terrenos y que lograron edificar sus residencias.
Este mes y amparados en 19 sentencias emitidas por tribunales de la República, incluyendo la Suprema Corte de Justicia, las autoridades sacaron a los invasores de los solares, no obstante los plazos que les dieron para que abandonaran el lugar de manera voluntaria.
Mientras el pasado viernes se desarrollaba el segundo desalojo resultaron heridos de balas Braulio Balbuena Rosario, Joel Tavárez Martínez y Félix Taveras (El Pastor). El último de ellos es sindicado por quienes adquirieron solares de manera ilegal de ser el principal responsable de la venta, sin ser propietario de los mismos ni estar autorizado para ello.
En principio se dijo que resultaron heridos al ser atacados por agentes policiales que daban soporte a las autoridades judiciales que dirigían el desalojo masivo, lo que de inmediato fue negado por el general Víctor Hernández Vásquez, director de la dirección Cibao Central de la institución.
La versión policial fue este jueves corroborada por Jocairin Mercedes Morel Ramírez, una de las estafadas, quien aseguró que los disparos los produjeron varios hombres quienes, al igual que ella, estaban reunidos con El Pastor en una vivienda cerca del área de desalojo, con el objetivo de que les devolviera el dinero que les cobró para asignarles solares.
“Entre ellos se originó una balacera que provocó las heridas del estafador y de Balbuena Rosario y Tavárez Martínez y la Policía no estaba ni cerca del lugar”, atestiguó la señora Morel Ramírez.