Washington, 3 nov (PL) Cachorros de Chicago conquistó hoy la Serie Mundial del béisbol estadounidense por primera vez en 108 años, un triunfo en siete juegos que pone fin a la archimencionada Maldición de la Cabra.
Leyenda o no, parece difícil imaginar que algún fanático de la novena del norte de Chicago no pensó en los momentos adversos del séptimo desafío en la imprecación lanzada hace 71 años por Billy Sianis: "Los Cachorros nunca más volverán a ganar".
El inmigrante griego arrojó su maldición el 6 de octubre de 1945, cuando le impidieron entrar al Wrigley Field de Chicago con su mascota, una cabra llamada Murphy, para presenciar el cuarto encuentro de la Serie Mundial entre Cachorros y Tigres de Detroit, campeonato en el cual vencieron los felinos, para dar origen al mito.
Desde entonces, la maldecida novena no había llegado a la discusión de un Clásico de Otoño, interponiéndose en su camino historias tan diversas como la de un gato negro que se las ingenió en 1969 para pasearse por su banco en plena racha triunfadora o la de un fanático que impidió en 2003 al jardinero Moises Alou capturar un batazo de foul, clave en las aspiraciones de alcanzar la final.
La versión 2016 de la Serie Mundial también trajo episodios que llevaron a recordar a Sianis con sus proféticas palabras.
Cachorros llegó a estar 6-3 en la pizarra a cuatro outs del título y con el cerrador cubano Aroldis Chapman en el montículo, pero La Tribu empató el partido con un racimo de tres anotaciones, coronado por el jonrón de dos carreras de Rajai Davis, ante una recta a 99 millas por hora.
En el cierre de la décima, los locales perdían 8-6 con dos bateadores retirados, sin embargo, un boleto y un cañonazo impulsor del propio Davis acercaron el marcador y la igualada entró en circulación, antes de que el zurdo Mike Montgomery obligara al dominicano Michael Martínez a ceder el último out de la temporada 2016 de Las Mayores.
Más allá de rituales, que no faltaron por estos días en Chicago o en Cleveland, -unos para romper el maleficio y otros para alargarlo- los campeones merecieron la tercera corona en sus vitrinas (1907, 1908 y 2016), tanto por su desempeño colectivo como por el de muchos de sus jugadores.
Cachorros fue el mejor equipo de la temporada regular, con 103 victorias y 58 derrotas, y recibió el aporte decisivo de Ben Zobrist -el Jugador Más Valioso de la Serie Mundial-, Anthony Rizzo, Jake Arrieta, Jon Lester, Kris Bryant, el cubano Aroldis Chapman, Addison Russell, Kyle Schwarber y el boricua Javier Báez.
También Cleveland pudo lograr su tercer título de manera merecida (1920 y 1948), tras barrer en las Series Divisionales al favorito Medias Rojas de Boston, desbancar 4-1 al poderoso Azulejos de Toronto y sacar ventaja de 3-1 a Chicago en la Serie Mundial, con la posibilidad de definir en casa, el Progressive Field.
La Tribu contó con el protagonismo de Corey Kluber, Andrew Miller y Cody Allen desde el montículo, mientras con el madero sus bujías fueron el puertorriqueño Francisco Lindor, el dominicano José Ramírez y el estadounidense Jason Kipnis.
Los managers Terry Francona (Indios) y Joe Maddon (Cachorros) demostraron sus habilidades como timoneles, aunque el último generó críticas por la sobreexplotación de su principal relevista, el cubano Chapman, y la apresurada extracción del montículo de Kyle Hendricks en el séptimo juego del Clásico de Otoño.
EL PARTIDO FINAL
Chicago y Cleveland llegaron al séptimo juego en el Progressive Field con la Serie Mundial 3-3 y la posibilidad de un duelo de pitcheo entre el as local Kluber y el difícil Hendricks, pero ya en la parte alta del sexto inning la pizarra reflejaba un 6-3, gracias al bateo de largo alcance de Cachorros y la mala defensiva de ambas novenas.
Esta fue la ocasión 38 en la que la serie final de las Grandes Ligas se definió en siete encuentros.
En definitiva, Kluber no pudo igualar la hazaña de tres triunfos en un Clásico de Otoño y explotó en la quinta entrada con cuatro carreras permitidas, mientras Hendricks fue sacado del montículo con dos outs en la cuarta por Maddon, para muchos de manera inexplicable.
Maddon trajo del bullpen al zurdo Lester tras un boleto del abridor, pero el camarero Kipnis se embasó con sencillo por el cuadro, y un error en jugada continuada del receptor David Ross adelantó a los corredores, quienes anotaron por un lanzamiento salvaje, algo que no ocurría en esta instancia final desde 1911.
Cachorros disparó tres jonrones por segunda noche seguida en el Progressive Field, el inédito estacazo del patrullero central Dexter Fowler (nunca en un séptimo choque de una Serie Mundial el primer bateador del partido lo había hecho), del segunda base boricua Báez en el quinto inning y de Ross en el sexto, un cátcher de 39 años que se retira este año.
Fowler despachó el cuadrangular en el cuarto pitcheo de Kluber, quien llegó a marcar 96 millas por hora con su bola rápida, para una temprana ventaja, pero Indios empató en el cierre del tercero mediante cañonazo impulsor del designado dominicano Carlos Santana, ante un Hendricks otra vez muy efectivo con su cambio de velocidad.
Chicago tomó el mando en el cuarto capítulo, ayudado por la pobre defensa local, primero por un mal tiro a segunda del inicialista Mike Napoli, que impidió una posible doble matanza, y después por un elevado inofensivo de Russel, convertido en sacrificio por un disparo alto al plato del jardinero central Davis.
Un largo doblete del receptor venezolano Wilson Contreras impulsó la segunda del cuarto inning para la visita, que también marcó dos en el quinto, gracias al jonrón de Báez y un sencillo propulsor del primera base y cuarto madero Rizzo.
Cleveland descontó dos en la misma quinta entrada, luego del inusual lanzamiento salvaje del relevista improvisado Lester, que permitió pisar la registradora a Santana y Kipnis.
La sexta de Cachorros llegó en el sexto capítulo por estacazo del veterano Ross, mientras que los anfitriones igualaron la pizarra 6-6 en el cierre del octavo.
Maddon puso a Chapman en la lomita por tercer encuentro consecutivo con la misión de sacar más de una entrada, lo habitual para un cerrador, y esta vez el cubano de más de 100 millas en su recta de cuatro costuras no pudo hacerse justicia.
Un doble remolcador de Brandon Guyer y el batazo de cuatro bases de Davis convirtieron en un manicomio el Progressive Field, repletado por 38 mil 104 personas.
En la décima, Zobrist empujó la ventaja con un doblete y el venezolano Miguel Montero llevó hasta la registradora con un cañonazo la que a la postre resultaría decisiva, conexiones aceptadas por Bryan Shaw.
Cleveland descontó en su último turno por un sencillo de Davis, pero no pudo evitar que su sequía de títulos en el béisbol norteamericano aumentara a 68 años.
Zobrist al final del choque fue galardonado como el Jugador Más Valioso del Clásico de Otoño.
Anotación por entradas del séptimo juego de la Serie Mundial 2016:
123 456 789 10 C H E
Chicago 100 221 000 2 8 13 3
Cleveland 001 020 030 1 7 11 1
Ganó: Chapman
Perdió: Shaw
Salvó: Montgomery
Jonrones: Fowler, Báez y Ross por Chicago y Davis por Cleveland
lam/wmr