Ahora, un equipo llamado Group for Historic Aircraft Recovery (Tighar) cree que pueden tener evidencia que sugiere que Earhart no murió al estrellarse con su bimotor Electra en el océano Pacífico, sino que vivió durante un tiempo en una isla llamada Nikumaroro.
Washington, 7 nov (PL) Nuevas pruebas divulgadas hoy sustentan la idea de que la desaparecida pionera de la aviación de larga distancia estadounidense, Amelia Earhart, pudo sobrevivir como náufrago en una isla del Pacífico.
Earhart se hizo famosa en la década de 1930 por sus gestas aéreas y se convirtió en la primera mujer en volar sola a través del océano Atlántico.
Pero fue su repentina desaparición, en julio de 1937, el hecho que realmente envió su nombre a los libros de historia; el misterio de lo que le sucedió a ella y a su copiloto Fred Noonan nunca ha sido resuelto.
Ahora, un equipo llamado Group for Historic Aircraft Recovery (Tighar) cree que pueden tener evidencia que sugiere que Earhart no murió al estrellarse con su bimotor Electra en el océano Pacífico, sino que vivió durante un tiempo en una isla llamada Nikumaroro.
Lo que se conoce es que Earhart y Noonan despegaron de un pequeño aeropuerto llamado Lae en Papua, Nueva Guinea, el 2 de julio de 1937. Su destino informado era Howland Island, una pequeña mancha en el océano Pacífico que les proporcionaría combustible para continuar su circunnavegación del mundo.
Pero el contacto por radio se perdió antes de que llegaran a ese destino y nunca se les oyó de nuevo; se realizó una búsqueda exhaustiva, pero no se encontraron signos de un accidente.
El gobierno de Estados Unidos canceló la búsqueda y declaró la pareja muerta en 1939.
Otras fuentes informaron sobre el hallazgo de artefactos humanos en Nikumaroro desde 1940, incluyendo un esqueleto, pero no había nada que vinculara ninguno de ellos con los dos aviadores. Además, debido a que el antebrazo parecía demasiado largo para pertenecer a una mujer, los investigadores describieron los restos como pertenecientes a un hombre.
Algunos de los artefactos y huesos fueron posteriormente archivados en un almacén, donde se guardaron hasta que un nuevo examinador los estudió en los años noventa.
Éste concluyó que era posible que el esqueleto pudiera haber sido femenino e hizo fotos de los huesos, pero el esqueleto mismo fue perdido más tarde.
En este nuevo esfuerzo, los investigadores de Tighar reabrieron el caso y descubrieron que las mujeres tenían antebrazos inusualmente largos durante esa época.
El equipo comparó las fotografías de Earhart con los brazos expuestos con las fotografías de los huesos encontrados en la isla y concluyó que tenían un parecido muy cercano.
También afirman que tienen pruebas de que Earhart hizo transmisiones de radio hasta el 6 de julio, demostrando que aún estaba viva mucho después de que el avión se hubiera quedado sin combustible.
Aunque no queda demostrado que los restos son los de Earhart, la nueva investigación ofrece otra pieza de evidencia que sugiere que la piloto y su copiloto pudieron haber vivido como náufragos atrapados en una remota isla durante algún período de tiempo.
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