Madrid.- El populismo y la xenofobia han triunfado en Estados Unidos. Por eso se ha permitido Albert Rivera decir que Podemos estará contento por el triunfo de Trump, por su populismo y radicalismo.
La pregunta que se han hecho muchos estos días es ¿Por qué ha ganado Trump? Las teorías son múltiples: el poco carisma de Hillary Clinton y su antipatía, los deseos de cambio en la sociedad norteamericana o el descontento. Y recordar que el 80% de los norteamericanos están descontentos y hartos de los políticos. Tal vez la causa haya que encontrarla en todo un conjunto de motivos, aunque ahora algunos se apuntan con facilidad a que atisbaban el triunfo del republicano, pese a todo lo escrito y dicho en estos meses.
Trump, nada más conocer los resultados, ha llamado a la calma y a la unidad, subrayando que será presidente de todos los norteamericanos. Un mensaje pacificador ante los temores que suscita un personaje de estas características al frente de la primera potencia mundial.
El populismo crece y explota cuando hay un distanciamiento de los políticos en el poder. Ha sucedido en Estados Unidos, con una fuerza inesperada. Pero, a la vez, existe la convicción de los radicalismos verbales o de campaña electoral de Trump se suavizarán una vez en el poder, haciendo válida la afirmación de Pablo Iglesias de que el populismo se acaba cuando se llega al poder.
Una prueba más, tal vez la máxima por la importancia de Estados Unidos, de lo que puede suceder cuando el populismo llega al poder. Del show permanente que es la campaña presidencial norteamericana pasamos al gobierno real, un abismo en todo caso, y la expectación es grande.
Suso do Madrid
SP das Viñas
A Coruña