Santo Domingo. Replantear la educación a partir de los nuevos modelos pedagógicos y organizativos de calidad que plantea el mundo contemporáneo, concebir una institución educativa que sea fundamentalmente para aprender y no para enseñar, y repensar una agenda educativa para la República Dominicana y la región, más inclusiva y comprehensiva, que integre los conceptos anteriormente contrapuestos, constituyen parte de las recomendaciones formuladas por analistas y expertos en el área educativa, nacionales e internacionales, que participaron en la XX edición del Congreso Internacional de Educación Aprendo 2016: “Pilares de la Calidad Educativa: comunicar ideas, resolver problemas, expresar emociones”.
La jornada de trabajo del evento que inicio el viernes 11 de noviembre, se desarrolló en el hotel Jaragua de esta capital, organizado por Acción Empresarial por la Educación (EDUCA) con el patrocinio de la Fundación Popular, culminó este domingo 13 de noviembre con la presentación de un manifiesto de conclusiones y recomendaciones, en un acto encabezado por las principales autoridades de las entidades anfitrionas y colaboradoras.
Como en las versiones precedentes de Aprendo, la importancia del papel del docente como eje clave de las transformaciones y éxito del proceso educativo, emergió en cada uno de los postulados definidos.
Escuela convencional debe evolucionar
Para Francisco Cajiao, ex Secretario de Educación de Bogotá, consultor de las Naciones Unidas para Centro América, escritor y columnista del periódico El Tiempo de Bogotá, el desafío consiste en evolucionar desde la escuela convencional y los sistemas tradicionales de instrucción, a nuevos paradigmas que permitan encarar con éxito el futuro educativo. “Hay que dar un paso más adelante, pues es preciso que los niños, las niñas y los jóvenes, encuentren en la escuela un espacio ideal para su desarrollo personal, social y democrático”, planteó.
Cajiao propone, con el apoyo de los maestros y padres de familia, preparar a los niños en lectura y escritura para que el proceso desde el aula tenga buenos resultados.
A juicio del exsecretario de Educación de Bogotá, los educadores juegan un papel prioritario en el proceso, pues más que educador, los considera orientadores y jerarcas del proceso.
Comprometer a docentes y alumnos
Sobre el particular, Renato Opertti, coordinador del Programa de Fortalecimiento de Capacidades Curriculares y del Diálogo Político de la Oficina Internacional de Educación de la UNESCO, con sede en Ginebra, Suiza, promueve la diversificación de las prácticas de enseñanza, para comprometer a docentes y alumnos en los procesos de aprendizaje.
Postula por una visión comprehensiva de la calidad educativa, donde el Estado sea garante del derecho a la educación mediante un sistema que integre los valores sociales, económicos, políticos y culturales de la sociedad.
En tanto, el doctor Mauricio Duque y la magister Margarita Gómez de la Universidad de los Andes, señalan la necesidad de que los ciudadanos tengan visión y pensamiento científico. Según la experiencia de Pequeños Científicos, un programa creado por ese centro académico y que viene siendo aplicado con éxito en el país, con el apoyo de la Fundación Propagas, la educación está cambiando gracias al conocimiento científico. “Pero es aún más urgente que los actores del sistema educativo, desarrollemos una práctica profesional basados en las evidencias, en la ciencia y en las mejores prácticas”, plantean.
Sin emoción no hay aprendizaje
Es en este tenor, que las emociones y los aportes de la neurociencia al proceso de aprendizaje, resultan claves para intentar mejorar y potenciar tanto los procesos de aprendizaje de los estudiantes, como los de enseñanza, por parte de los profesores.
Así plantea Tomiko Castro en su exposición, quien nos revela que en el proceso de aprendizaje de un sujeto lo que abre la puerta a aprender es la emoción. “Sin emoción no hay atención; La atención es el primer paso hacia el aprendizaje. Nos toca a los docentes ganarnos esa decisión”, concluye.
La enseñanza es una estrategia
Mientras que Armando Loera, licenciado en filosofía, y doctor en educación por la Universidad de Harvard, concluyó en su análisis que el dominio del contenido es tan relevante como el método de enseñar. “No se trata de ser o no competentes, se trata de diversas estrategias de enseñanza”, indicó Loera al establecer un contraste entre el nivel de aprendizaje de matemáticas logrado por los estudiantes latinoamericanos y los asiáticos.
Y es que “Educar es Verbo, no sustantivo”, destacó Nino Collado Tejada en su charla Liderazgo y escuelas efectivas, tras la cual concluye que la calidad de un sistema educativo tiene como techo la calidad de sus docentes. “Por ende, la única manera de mejorar es mejorando la manera en que los docentes enseñan”.
Del mismo modo, Alejandro García, un talento dominicano, reclutado por Google como especialista, compartió con los cientos de educadores reunidos en Aprendo 2016, el rol de la tecnología en los procesos de aprendizaje.
También, José María González Ochoa, de la Fundación SM, quien disertara sobre las ventajas que tiene integrar el proceso de lectura y escritura, demostró con programas exitosos, los aportes que la literatura y la escritura creativa generan en el proceso de aprendizaje, compartiendo con todo el auditorio, casos de éxitos que demuestran porqué es importante que todos los docentes sean lectores literarios.
En ese contexto, y en abono al entendimiento de este nuevo rol de la tecnología, que Martí Montferrer, joven español, de 21 años y aún estudiante de geología, interactúo con el auditorio mostrando su canal de YouTube, CdeCiencias que se ha convertido tal vez en el principal divulgador de ciencias en lengua castellana, contando a la fecha con más de 385, 000 suscriptores en todo el mundo; particularmente en América Latina.
En fin, tras las magistrales exposiciones que recogieron las distintas posiciones, Educa pudo apreciar que la escuela y el conocimiento está cambiando; no se puede seguir ofreciendo a los niños y niñas la misma escuela de hace ciento cincuenta años. Y hay que revisar su impacto, pues emergen nuevas teoríasy evidencias
Al efecto, lo más importante para una persona no es disponer de una habilidad específica, sino hacer que esa habilidad le sea útil para conseguir sus objetivos individuales y colectivos.
De igual manera, que el aprendizaje es mucho más que leer y escribir, y aunque constituyan una parte muy importante para adaptarse y progresar en el mundo contemporáneo, lo mínimo que merecen nuestros niños y es lo que caracteriza una profesión, es revisar su impacto.
Al mundo que vivimos hoy, corresponde una educación que ayude a comprender la vida, que enseñe a pensar con esas herramientas, que revalorice la palabra a nuevos ritmos, que valore la ciencia y la tecnología, los aportes que la literatura y la escritura creativa generan en el proceso de aprendizaje, abriendo a su vez las inmensas puertas de la expresión artística.
Niños y jóvenes tienen derecho a una oportunidad para encontrar sus propias vías de expresión, que les permitan comunicarse y pensar, encontrarse y avanzar hacia nuevas formas de concebir y decir el mundo.