Muy pronto se cumplirán 48 años de la muerte de Juan Sánchez Lamouth, el vate de Los Mina. En esta ocasión, la enumeración que nos disponemos a escribir es para poder llenar una necesidad: una estación de la línea 2B del metro para el poeta.
La ideasurgió hace poco, un grupo de profesores, intelectuales, quienes desean expresar su petición en favor de una figura digna de la representativa Los Mina o Los Minas (ambas formas son correctas).
“La Aldea” –como gustaba llamar a Los Mina–, el poeta Juan Sánchez Lamouth. Poetas e intelectuales de la talla de Andrés L. Mateo, Miguel D. Mena, Federico Jóvine Bermúdez, Mateo Morrison, Miguel Collado y especialmente el mayor defensor de todos, el poeta Antonio Lockward Artiles, se han expresado en los corrillos literarios y públicamente a favor de rendir culto a la figura del malogrado poeta, olvidado en casi todas la juergas literarias y ferias de libro. Ahora nos toca a nosotros pedir por la solidaridad hacia Juan Sánchez Lamouth, el poeta de “Las hojas verdes de febrero”.
Contar con una estación de la línea 2B del Metro de Santo Domingo nos enfrenta con el deseo de rescate y reforzamiento de nuestra identidad étnica y cultural dominicanas. Como todos saben, Juan Lamouthfue el más discriminado de todos nuestros escritores; en su tradicional vestimenta de boina ladeada, ropa desaliñada y ancha en su enorme cuerpo, con las manos llenas de poesías para los moradores del viejo Los Mina, mostró su inconformidad de vivir como uno más de los condenados de la tierra.
La presencia del poeta Juan Sánchez Lamouth, en el recuerdo de los moradores de Los Mina, y en general de todos nosotros, sirve para contribuir al proceso de formación de la conciencia social dominicana. Aunque Juan Sánchez Lamouth era originario de Martinica, fue un poeta sublevado contra todas las injusticias que despersonalizaban al dominicano. Su poema “Tarjeta de presentación”, lo dice todo:
Mi nombre: Juan / Color: negro latino / Residencia: la aldea / Ocupación: poeta / Bienes: poesía / Señas particulares: una herida profunda que me supo abrir la oligarquía.
A pesar de tener todas las condiciones de poeta social fue excluido de todas las antologías de poesía. Su forma ingenua, ser un bardo informal, su solemne pobreza, fueron los motivos por lo que fue siempre rechazado en vida. Vida corta que apenas duró 39 años (1929-1968).
Con la reiniciación de su nombre puesto en la línea 2B del Metro de Santo Domingo, tenemos la obligación de acercar también la obra que nos legó el poeta de Los Mina, desde su “Sinfonía vegetal a Juan Pablo Duarte”, “El pueblo y la sangre”, “200 versos para una sola Rosa”, “Los perros”, Otoño y poesía”, entre otros.
Los demás poemas de la extraordinaria voz poética de los negros de Los Mina la podemos encontrar en la Antología “El resplandor de relámpago”, del inmortal Julio Jaime Julia, Editora Universitaria, 1992.