La Habana, 17 nov (PL) Como escritor, ensayista, poeta, dramaturgo, pero sobre todo fiero guerrero independentista y revolucionario radical para su época se recordó hoy aquí a Máximo Gómez, figura descollante en los anales de República Dominicana y Cuba.
El Instituto de Historia de Cuba (IHC) desarrolló este jueves en su sede un taller por el aniversario 180 del natalicio del general Máximo Gómez (Bani 1836-La Habana 1905), quien tuvo activa y sobresaliente participación en las guerras por la independencia en su natal Dominicana y la isla cubana donde alcanzó el grado de Mayor General.
El embajador dominicano en La Habana, Joaquín Gerónimo, uno de los ponentes en el foro, destacó que 'Máximo Gómez es el más alto símbolo de la unidad histórica entre los pueblos dominicano y cubano'.
Gómez quien se ganó el calificativo de El Generalísimo por su consecuente dirección militar en el Ejército Mambí participó en la llamada Guerra de los 10 Años (1868-1878), la primera gesta anticolonialista cubana, y apoyó un nuevo intento de insurrección que se denominó la Guerra Chiquita (1879-1880).
Posteriormente, junto a José Martí y Antonio Maceo se enfrascó en la Guerra Necesaria (1895-1898). Fue el único de esa triada de jefes independentistas que sobrevivió esa cruenta contienda.
En presentación, Gerónimo esbozó la participación Gómez en la gesta contra la invasión de Santo Domingo por Haití en 1855, pero fue su lucha en las contiendas cubanas contra la dominación colonial española en las que 'Máximo Gómez entra en la fragua de un destino glorioso', recalcó el diplomático.
El jefe de misión comentó que El Generalísimo fue un honesto y dedicado dirigente militar, y 'el más grande guerrero internacionalista entre los hijos del pueblo dominicano'.
Además de Gómez, otros seis dominicanos participaron en lucha independentista cubana, entre los que destacaron también los hermanos Marcano.
El Embajador refirió que al llegar Gómez por primera vez a Santiago de Cuba en 1865, el guerrero se sintió profundamente conmovido por la crueldad y abuso infrahumano de la esclavitud, que no conoció en su tierra natal, y esto fue acicate que lo motivó a responder el llamado de Carlos Manuel Céspedes a que se uniera a la lucha redentora en 1868.
El vicepresidente del ICH, Joel Cordobí, resaltó que Gómez sobresalió como jefe militar por sus firmes principios éticos que lo encumbran también como personalidad histórica.
El historiador rememoró que en Cuba el Mayor General radicalizó su pensamiento, llegando al convencimiento de que la guerra no solo tenía que ser por la separación de España, sino una lucha revolucionaria.
Cordobí dijo que la obra de Gómez no solo se limitó a la gesta militar, sino su inteligencia natural e inquietud intelectual lo impulsó a escribir ensayos, poemas, cuentos y obras teatrales como 'La fama y el olvido', aspecto poco conocido de El Generalísmo sobre el que hay que seguir profundizando.
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