En el Tercer Foro Global de Empresas por la Equidad de Género, la Vicepresidenta de la República, Margarita Cedeño, instó a las empresas a impulsar la participación de la mujer en el desarrollo económico y poner fin a la discriminación salarial por género.
CIUDAD DE PANAMÁ, 21 de noviembre de 2016.- La Vicepresidenta de la República, doctora Margarita Cedeño, instó a instituciones del sector privado de todo el mundo a impulsar el desarrollo económico de la mujer con la práctica de la igualdad de género, especialmente en el ámbito laboral; durante su participación como conferencista principal del Tercer Foro Global de Empresas por la Igualdad de Género, realizado en esta ciudad.
La Vicemandataria consideró que la independencia económica de las féminas “es vital para superar los altos niveles de desigualdad que afectan a las mujeres, y para poner fin a la violencia de género”.
“Es urgente abordar la desigualdad de género desde los distintos enfoques que la alimentan: la discriminación salarial, el cierre de brechas en participación política de las mujeres, la necesidad de capacitación técnico-profesional, la economía de cuidado, y el combate a las prácticas discriminatorias enquistadas en nuestras sociedades”, sostuvo.
La doctora Cedeño hizo el pronunciamiento al participar del evento invitada por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el Gobierno de Panamá, para presentar las innovadoras experiencias de la República Dominicana en la protección social de la mujer.
Resaltó que la región debe poner fin a la discriminación salarial por género, ya que en la actualidad las mujeres reciben menor paga que los hombres por realizar el mismo trabajo. Además, llamó la atención sobre la disminución de la presencia femenina en algunos sectores de la economía, a pesar de que su matrícula supera el 67% en los centros de estudio.
“El 70% de las personas que viven en pobreza en América Latina y el Caribe son mujeres. Las que logran participar del mercado laboral se enfrentan a trabajos no seguros y mal pagados, a la informalidad, a dificultades para acceder a bienes económico y servicios financieros, así como la reproducción de roles de cuidado expresados en tareas domésticas y responsabilidades familiares”, enfatizó.
Anunció que la República Dominicana implementará una iniciativa para poner fin a la discriminación salarial por género, la que espera pueda ser emulada por otros países.
Alertó a la audiencia sobre los factores que ponen en riesgo a las féminas en el sector laboral, al indicar que una disminución en los ingresos de las mujeres afecta mayormente al núcleo familiar, porque es allí donde la mujer invierte los recursos que obtiene.
“Si queremos proporcionar un medio de vida digno y seguro a la mujer, habilitarlas para la toma de decisiones y para el empoderamiento personal, entonces tenemos que poner en sus manos la más potente herramienta de empoderamiento: el trabajo”, manifestó.
Dijo que con el avance de la mujer viene el progreso de su familia, el de sus comunidades y el de su país.
“La promesa de progreso que encierra la equidad de género, sigue siendo eso, una promesa, que sin nuestro esfuerzo y nuestra dedicación, no será nunca una realidad”, aseguró.
En ese sentido, señaló sentirse satisfecha por poder ayudar a miles de mujeres a descubrir sus capacidades para convertirse en protagonistas de su propio desarrollo, desde la iniciativa de desarrollo humano integral y reducción de pobreza Progresando con Solidaridad (Prosoli), en la cual participan más de 800 mil familias, de las cuales el 67 por ciento está conformadas por mujeres jefas de hogar.
“Con Progresando con Solidaridad estamos combatiendo la desigualdad, trabajando día y noche para elevar los niveles de capital humano, protección social y ejercicio de derechos; y mejorar el bienestar de las generaciones futuras, dando protagonismo al avance y desarrollo de las mujeres”, señaló la Vicemandataria.
Dijo que Prosoli se enfoca en la mujer, ya que las evaluaciones realizadas a programas de protección social demuestran que las mujeres dedican un mayor porcentaje de sus ingresos a la educación, la salud y la nutrición para el hogar, reduciendo así la transmisión intergeneracional de la pobreza.