Que el mundo sepa: manejando un furgón en una carretera, a más de cien por hora y en vía contraria, un salvaje mata a 18 personas y causa heridas a otras 22…y no va a la cárcel por homicidio múltiple, ni paga multa, y ni siquiera le cancelan de por vida la licencia de conducir. Pocos meses después, gozando su impunidad, el mismo estúpido, con igual furgón, circula por el camellón de la más importante avenida de Santo Domingo. Para que el mundo entienda: no hay autoridad que lo sancione. Para que entienda mejor: no se sabe quién lo protege; es decir, para quién trabaja. Ninguna “autoridad” ni medio lo ha identificado.