Miles de familias han sido desplazadas de las áreas inundadas por las aguas del río Yaque del Norte.
MONTECRISTI.- Con la llegada, ayer, de las fuertes corrientes de agua del desbordado río Yaque del Norte, la situación de los productores agrícolas y de gran parte de los residentes en varias comarcas de esta provincia se ha complicado de manera significativa.
Mientras que el gobierno, a través del Ministerio de Agricultura, no ha podido iniciar el levantamiento que permita cuantificar las pérdidas provocadas por los desborde, generados por el desagüe de la presa de Tavera.
Este sábado, Ángel Estévez, titular de la cartera agrícola, acompañado de técnicos de esa institución y de otras autoridades de organismos de socorro, recorrió gran parte de las áreas afectadas.
Pero solo pudo limitarse a observar los daños millonarios afligidos por las anegaciones a miles de tareas sembradas de diferentes rubros, especialmente bananos, porque las inundaciones solo permiten presenciar esa tétrica realidad, sin que se pueda siquiera iniciar las evaluaciones.
El ministro de Agricultura estima que, en el mejor los casos los técnicos de esa entidad, acompañados de especialistas del Instituto Dominicano de Recursos Hidráulicos (INDRHI), el Banco Agrícola y el Instituto Agrario Dominicano (IAD) podrían comenzar ese proceso a mediados de la semana próxima, cuando consideran las aguas abandonarán los sembradíos afectados.
La visita de Estévez a la zona devastada, fue la segunda que realizó en una semana, para solo llevar palabras de aliento a los cosecheros y a los damnificados, a quienes prometió que el gobierno los auxiliará económicamente, tan pronto se haya precisado todo lo relativo a los daños sufridos por las siembras y las viviendas.
Si nefasta fue para ellos la riada del Yaque del Norte la semana pasada, la acontecida desde ayer ha sido devastadora, una especie de golpe demoledor, del que solo podrían recuperarse gracias a la indulgencia oficial.
De eso está consciente el ministro Estévez, quien garantizó que, una vez se determinen las necesidades de los afectados, el presidente Danilo Medina autorizará a los organismos crediticios gubernamentales préstamos de los denominados “blandos”, pagaderos a largos plazos, con varios años de gracia.
MILES DE DESPLAZADOS
Tanto en Castañuelas como en Palo Verde, ambos pertenecientes a esta provincia, suman miles las personas que se han visto en la necesidad de abandonar sus viviendas y permanecer en refugios oficiales, así como en casas de familiares y amigos y, en última instancia, en propiedades abandonadas por sus dueños hace tiempo.
De esa cruda realidad no ha escapado el destacamento de la Policía Nacional localizado en Palo Verde. Todavía la tarde de ayer no era aconsejable penetrar el mismo, aunque el nivel del agua que lo afectó había bajado alrededor de cuatro pies, por lo que los agentes cumplen con sus responsabilidades básicamente desde sus casas, a la espera de que todo se normalice.
Es en ese municipio donde los embates de las aguas del Yaque del Norte han causado grandes daños en sentido general, de cuya realidad resultaron afectados los moradores de las comunidades Vigiador, Los Solares, La Reforma, Barrio Chío, Los Sapos, San Martín de Porres, Magdalena y Hato Viejo.
Cinco refugios, en los que hay más de 600 personas, han sido habilitados por los organismos de socorro del gobierno para albergar a los miles de damnificados, locales que resultan insuficientes, de acuerdo al reverendo Carlos Antonio Marte, presidente de la Federación de Pastores de la provincia Montecristi.
“Están en esos lugares virtualmente hacinados y necesitan más asistencia médica, ropas y alimentos porque, aunque la ayuda oficial aparece, no es con la prontitud y la cantidad requeridas”, expresó la autoridad religiosa.