Por Pedro Ignacio Altamirano. Estoy cansado de ver partidos políticos pedir limosnas para los andaluces, paseando el palmito por las administraciones con el tema de la pobreza energética, en vez de proponer soluciones reales y eficaces para sacar a Andalucía, y a los andaluces de la pobreza endémica que padecemos. Pedir limosnas es pan para hoy y más hambre para mañana.
Les recuerdo desde estas líneas, que las limosnas que piden, no son limosna que deban pedirse en las administraciones, sino un derecho constitucional que hay que denunciarlo en el Tribunal Constitucional, y en los Juzgados de Guardia por incumplimiento de contrato, ese magno contrato que es una Constitución entre el Estado y el pueblo al que representa.
Hay que leer la Constitución para entender que, aquello que se suplica no hay que pedirlo, hay que exigirlo. Derecho a una vivienda digna, derecho a un trabajo digno, a la sanidad, educación…. nada de ello se cumple, y es por ello que hay que denunciar a quienes no cumplen la Constitución en vez de pedir limosnas. Basta ya de populismos baratos y de políticos de foto, a consta de la pobreza de los andaluces.
No se puede seguir por el camino de servilismo limosnero. Los partidos andaluces deben denunciar la actual Constitución por inservible a los intereses básicos de Andalucía. Comenzar a trabajar, desde la unidad de acción por la proclamación de la República Andaluza, y dotarnos de una Constitución que, garantice los derechos civiles al cien por cien y de forma efectiva. Poner los elementos necesarios para que se desarrollen al máximo las capacidades económicas de nuestra Nación.
Andalucía tiene, ha tenido siempre, los recursos para ser una Nación rica, capaz de garantizar trabajos dignos y estables a todos y cada uno de los andaluces/as que permitan garantizar los niveles de bienestar social, y desarrollo humano del que somos capaces por nosotros mismos.
Solo desde nuestra independencia podremos recuperar los sistemas productivos andaluces. La consecución de la República Andaluza, es, a la vista esta, la única alternativa para que los andaluces y andaluzas, de una vez por todas, recuperemos nuestra dignidad, y salgamos de la miseria en la que vivimos. Solo desde la República podremos recuperar el control fiscal de lo que producimos.
Poner en valor las capacidades andaluzas para ser territorio ideal para el establecimiento de centros de investigación y desarrollo industrial. Desarrollar al máximo la capacidad de generar energías limpias, rentables y sostenibles como fuente de riqueza. Impulsar la pesca y la agricultura de calidad capaz de convertirse en uno de los pilares económicos de Andalucía. Hacer de nuestro sistema educativo y universitario un verdadero vivero de emprendedores capaces de desarrollar e innovar nuestras capacidades.
Poner en marcha las empresas andaluzas que sean capaz de gestionar, desde y por Andalucía, toda la capacidad turísticas hoy en manos de multinacionales que solo dejan salarios de esclavitud a los trabajadores andaluces. Poner en marcha Andalucía a su verdadera capacidad económica de la que es capaz en manos de los propios andaluces.
Dejar de pedir limosnas y comenzar a poner las bases para que ningún andaluz tenga que mendigar para pagar la hipoteca o la factura de le energía. Dejen de pasear y lucir la pobreza de los andaluces, tengan ustedes un poco de dignidad y amor patrio hacia Andalucía. Renuncien a las limosnas y exijan a lo que los Andaluces nos corresponde. Exijamos nuestros derechos históricos, que nos devuelvan nuestras industrias y el control de nuestra riqueza. Exijamos nuestra independencia en vez de pedir limosnas.
Pedro Ignacio Altamirano