Esta guerra es un drama humano digno del fin de los tiempos. Es un acto de crueldad producto de la lucha irracional donde convergen los interés más heterogéneos militares, políticos, religiosos y grupos étnicos, que han convocado al encuentro áspero de guerra en Medio Oriente de Rusia e Irán (apoyando el régimen de Bashar al Asad) y los Estados Unidos, Turquía y Arabia Saudí ( apoyando los rebeldes como ejército irregular con pocas instrucciones militares). Se ha Producido una ruptura de la tregua iniciada hace un cuarto de siglo de la guerra fría. Ha terminado una larga era de paz entre los polos más importantes del poder global.
Cómo está planteado el teatro de guerra en Siria? Se enfrentan las Fuerzas Armadas de Siria, que son leales al presidente Bashar al Asad y que se encuentran apoyadas por Hezbolá, militantes chiíes y Rusia, contra grupos rebeldes que se oponen al gobierno, apoyados por EE.UU y el Ejército Libre de Siria, al Frente Islámico, al Ejército de la Conquista o al antiguo Frente Al Nusra. Como tercera fuerza se encuentra la facción kurda, que no es afín del gobierno colabora con él contra los rebeldes.
Alepo, la ciudad más grande de Siria en otrora, ha sido capturada por el régimen de Bashar Al Asad. Estas ruinas medievales de polvo y sangre según las noticias que llegan desde el lugar insitus el ejército sirio controla toda la geografía fantasmal de la ciudad. El insensible dictador sirio con temple de hierro ejerce su dominio en este emblemático enclave de la guerra, que en otrora fuera la más poblada y próspera de Siria.
Cuentan los cables de las agencias de noticias internacionales, que aunque el conflicto no parece llegar a su fin, las apuestas están inclinadas a una victoria de Asad, quien ya no parece perder la guerra. Mientras se produce un repliegue de las tropas desafectas al régimen, es decir el grupo rebelde, que ha tocado tambor de retirada.
Todos recordamos que Asad hacen dos años para de crudo invierno del 2014 estaba prácticamente derrotado; ha tomado un segundo aire evitando el golpe final, ahora tiene entre sus manos a Siria y los rebeldes están en zonas aisladas y como único enclave tienen como busque insignia su bastión de Idleb, cuyo valor estratégico no tiene importancia geopolítica..
Hace algunos meses asistí a un Panel de Debate en Televisión CDN " Es Así
Talentos: Luis Miguel De Camps.", con la participación de la Dra. Rosario Espinal, doctora en sociología y profesora en Temple University en Filadelfia, donde también ha sido directora del Departamento de Sociología y del Centro de Estudios Latinoamericanos, e Iván Gatón experto en Relaciones Internacionales, experto en los temas de Eurasia y Medio Oriente, sostuve en mi participación que era imposible que los Estados Unidos, los Rebeldes, Turquía y Arabia Saudí salieran airosos de esa conflagración porque esa guerra no se ganaba con "Drones" sino con un ejército de tierra-aire, porque la lucha debía ser cuerpo a cuerpo, en ese Panel, yo lucía como un analista resistente a darle el lugar de supremacías a la tecnología de guerra del siglo XXI, y que los cálculos de los estrategas del Pentágono de no arriesgar vidas humanas aliadas era una novedosa apuesta en las guerras modernas.
La victoria de Bashar Al Asad es un duro revés en política exterior del presidente Obama que deja la Casa Blanca y no tendrá tiempo de recomponerse de esta derrota bochornosa del eje del mal, Siria, Rusa e Iran.
Esta guerra que según cálculos lleva más de medio millón de víctimas, las circunstancias comprometen al presidente estadounidense de turno a buscar una negociación de paz, para ser menos pesaroso el camino de los rebeldes y lograr un fin de la guerra y así evitar que el régimen sirio de Bashar Al Asad proclame la victoria y el final del actual administración de los EE.UU, en Aleppo Obama tome el último sorbo de poder con el sabor amargo y repugnante que produce la derrota de una guerra con una pequeña nación de corte medieval.
Obviamente esto termina justificando la necesidad de la redefinición de la política internacional del país más poderoso del globo, que a partir de enero 21 del año 2017, se abre a un nuevo enigma en esta materia por las complejidades globales del ajedrez político militar contemporáneo, el presidente electo Donald Trump a designado al magnate petrolero Rex Tillerson como secretario de Estado de EE.UU. Quien está sujeto a la
confirmación del congreso, es un hombre exitoso en el mundo de los negocios y obvio neófito en el universo de la diplomacia, que impondrá un nuevo estilo que los expertos vaticinan como el amanecer de nuevos tiempos diplomáticos estadounidenses y rusos, quedándose por saber si los intereses políticos militares y de la industria de la guerra de estas dos naciones son conciliables, por razones de poder global y business.
En definitiva los expertos en el tema consideran que esta victoria en Alepo, es una victoria militar de Rusia, basta recordar que en septiembre del 2015, Vladimir Putin se la jugó y acudió a oxigenar al régimen de lanzó de Asad e inició una escalada de menor a mayor de manera resuelta, sin lugar a dudas esta es la faena militar de mayor envergadura de Rusia desde los días de gloria del "Ejército Rojo" de la disuelta Unión Soviética.
Ya no cuentan los despiadados bombardeos rusos que cobraron miles de víctimas civiles inocentes, me dijo una vez un asesor militar de la Unión Europea, que los crímenes de guerra solo se le calculaban a quienes pierden la guerra.
El autor es diplomático y analista de política internacional