Los Por Rolando de la Ribera.- Santo Domingo, 31 dic (PL) Con diferentes anhelos y metas los dominicanos se prepararan hoy para recibir a media noche la llegada del año nuevo, un acontecimiento que llevará a muchos a las plazoletas donde se bailará merengue y otros ritmos hasta el amanecer.
Desde ayer, miles de capitalinos emprendieron viajes al interior del país para esperar la llegada del 2017 con sus familiares y junto a ellos, en ambiente festivo, hacer compromisos o pasar balances de su bregar por un 2016 complicado para la economía popular.
Un recorrido por las estaciones de buses que llevan viajeros al interior confirmó que muchos han tenido que escoger para viajar entre tres fechas: el Día de las Madres, la Navidad o el Fin de Año, porque el dinero no alcanza para hacerlo tantas veces en el año.
También hubo quien confesó que no puede viajar porque el dinerito que iba a gastar en ello prefiere mandarlo a sus viejos para darles un fin de año feliz.
Muchos comerciantes se han quejado de que las ventas bajaron considerablemente y es que parecen no haber escuchado a los líderes de las tres principales centrales sindicales del país cuando reclamaban mejores salarios para los trabajadores.
Si en algo concuerdan Jacobo Ramos (Confederación Autónoma Sindical Clasista), Rafael Abreu (Confederación Nacional de Unidad sincial) y Gabriel del Río (Confederación Autónoma Sindical Clasista) es que la pérdida de poder de compra en salarios de los trabajadores ha sido de 13 mil millones de pesos (más de 281 millones de dólares).
Ellos acaban de concluir un análisis según el cual la economía dominicana ha crecido, pero la injusta distribución de ese crecimiento y la concentración de dinero en manos de quienes no crean riquezas ha llevado a un elevado costo de la vida.
Ello se refleja en una millonaria caída del consumo básico, un desempleo del 14 por ciento, que llega al 30 por ciento en la juventud y la mujeres y un mayor índice de precariedad, lo que unido al azote de las lluvias e inundaciones en algunas provincias norteñas incrementó la miseria en 2016.
Algunas cadenas de grandes tiendas capitalinas como Plaza Lama y La Sirena han hecho significativas ventas este fin de año, pero para incentivar las compras rebajaron precios hasta el 30 y 50 por ciento, oportunidad aprovechada por algunos para invertir sus escasos recursos.
En provincias se observan grandes contrastes. Algunas, como la noroccidental Montecristi, que mucho sufrió en los dos últimos meses por las crecidas de ríos, reportó que recibirá el año 2017 sin contar con ambulancias, ni un camión cisterna para el Cuerpo de Bomberos y también sin médicos cirujanos en el hospital público Padre Fantino.
En el otro extremo del país, en la occidental provincia de La Altagracia, el lujoso emporio turístico Punta Cana Resort and Club se ufana de tener hospedados para esperar el año a significativas figuras.
Entre ellas citó al expresidente de Estados Unidos, Bill Clinton y su esposa Hillary, ex candidata presidencial Demócrata; y también al afamado actor Michael Douglas y el exsecretario de Estado Henry Kissinger.
Mientras unos se divierten, el Centro de Operaciones de Emergencias (COE), que inició ayer un operativo de Año Nuevo, reportó ya 66 accidentes de tránsito que dejaron dos personas muertas y 74 lesionados.
En tan pocas horas el COE ha tenido que dar asistencias médicas y viales a mil 459 personas, en tanto la Defensa Civil asistió a 108 por 'emergencias domésticas'.
En tanto, en esta capital, todo parece en calma. El tráfico vehicular ha disminuido en las calles, mientras en las avenidas Abraham Lincoln y George Washington se da el toque final a las tarimas para los eventos artísticos populares preparados para recibir el nuevo año.