Durante una sesión celebrada este jueves los directores de las principales agencias de inteligencia de Estados Unidos dijeron no tener dudas que funcionarios rusos de alto nivel intervinieron en las elecciones de noviembre, pero se vieron presionados para reconocer que el país carece de una estrategia para disuadir actos como ese.
La Comisión de Servicios Armados del Senado escuchó los testimonios del director de Inteligencia Nacional, James Clapper; el director de la Agencia de Seguridad Nacional, almirante Michael Rogers; y el subsecretario de Defensa para la Inteligencia, Marcel Lettre.
Uno a uno, los directores reconocieron que Rusia estuvo detrás del robo de correos electrónicos del Comité Demócrata y que fueron los rusos quienes filtraron la información a WikiLeaks, que Corea del Norte realizó el ataque contra Sony Pictures de 2014, y que en un acto de espionaje, China robó los dados de 22 millones de personas de la Oficina de Manejo de Personal del gobierno en 2015.
Pero a preguntas de los senadores, frustrados por la falta de respuesta específicamente al hackeo de las elecciones por parte de Rusia, los directores trataron de evadir las quejas y dijeron que aquellas deben ser estudiadas “caso por caso”.
El presidente de la Comisión, el senador John McCain estalló después de que el general Clapper ofreciera esa misma respuesta. “Manejar la respuesta a los ataques caso caso por caso, eso no es una estrategia”, interrumpió McCain.
Clapper recién había reiterado que una respuesta en el campo cibernético a un ciberataque “quizá no sea una respuesta apropiada”.
“El problema es que si se responde en el contexto cibernético no sabemos qué tipo de reacción va a provocar”, dijo el general.
Adelantó también la dificultad de crear disuasivos a esos ataques. “No hay una forma de disuadir el problema; en el dominio cibernético no hay dimensiones físicas como las medidas disuasivas nucleares que se puedan tocar y ver”, apuntó en comparación con los disuasivos usados durante la Guerra Fría.
El almirante Rogers habló de “imponer costos en el momento y el lugar que escojamos, como las sanciones que se impusieron la semana pasada”, por las que 35 agentes rusos fueron expulsados de Estados Unidos, pero apuntó que su mayor preocupación es “velocidad, velocidad, velocidad".
"Tenemos que ser más rápidos para responder”, remarcó.