Por Ramón Mercedes.- Nueva York.- Los oficiales demócratas electos dominicanos por el alto Manhattan, entre ellos el congresista Adriano Espaillat, la senadora estatal, Marisol Alcántara, los asambleístas estatales Carmen de la Rosa y Víctor Pichardo, además del concejal Ydanis Rodríguez, no asistirán a la toma de posesión del nuevo presidente de los Estados Unidos, Donald Trump.
Oficiales electos de otras nacionalidades también han asegurado que no acudirán a la ceremonia de inauguración en Washington, entre ellos los congresistas Nydia Velázquez, Yvette Clarke, José Serrano y Jerrold Nadler.
"No pienso ir porque no tengo ninguna conexión con ese presidente", explicó el recién instalado congresista Espaillat, "Es un presidente que ofende las mujeres, que piensa que todos los mexicanos son criminales, que quiere reversar los valores civiles, no comparte los valores que yo comparto, y por esa razón, yo prefiero quedarme en nuestra comunidad", añadió.
El boicot se produce en el marco de los ataques de Trump a través de su cuenta de Twitter al congresista de Georgia y líder de los derechos civiles John Lewis, quien tampoco estará presente en el evento.
La comunidad dominicana integrada por más de 800 mil en la urbe, se mantiene preocupada por las posiciones que dice tomará el nuevo mandatario, entre ellas deportar tres millones de indocumentados, cancelar el seguro médico “Obamacare”, y recortar el subsidio de dos mil millones de dólares que tiene asignado el programa de vivienda (sección 8) en NY anualmente.
Asimismo, el alcalde de la ciudad, Bill de Blasio, planea unirse a las protestas que se efectuarán este jueves, en desacuerdo con las políticas de Trump.
La oficina del alcalde enfatizó que la protesta no es algo anti Trump por sí misma, sino que es una manifestación para "ser escuchados" por el presidente electo.
Se espera también la asistencia del reverendo Al Sharpton, el cineasta Michael Moore, y los actores Mark Ruffalo y Rosie Perez.
El evento igualmente, será el inicio de una serie de protestas que se darán en varias ciudades de EEUU en contra de las políticas de Trump en inmigración, cambio climático, cuidado de salud, derechos de los trabajadores y otros.