Participación Ciudadana, Capítulo dominicano de Transparencia Internacional, presenta como cada año los resultados del Índice de Percepción de la Corrupción (IPC) 2016.
El IPC 2016 utiliza fuentes de datos de instituciones independientes que se especializan en análisis sobre gobernabilidad y entorno de negocios. Es el indicador de corrupción más usado en todo el mundo.
La Estrategia Nacional de Desarrollo, en su objetivo 1.1 establece “Contar con una administración pública eficiente, transparente y orientada a resultados”. Para este fin, se definió un conjunto de indicadores y metas a los que se deberá dar seguimiento y el Índice de Percepción de la Corrupción es uno de ellos, de ahí la importancia de dicho instrumento de medición para la República Dominicana.
Este año, 176 países han sido incluidos en el índice. La puntuación de cada país muestra la percepción sobre el nivel de corrupción del sector público en una escala de 0 a 100, donde 0 significa que el país se percibe como sumamente corrupto y 100 significa que se lo percibe como muy transparente.
Los 10 países del mundo que obtuvieron mejor puntuación son: Dinamarca 90; Nueva Zelanda 90; Finlandia 89; Suecia 88; Suiza 86; Noruega 85; Singapur 84; Países Bajos 83; Canadá 82; Alemania 81; Luxemburgo 81
Los países con menor puntuación son: Venezuela 17; Guinea-Bissau 16; Afganistán 15; Libia 14; Sudán 14; Yemen 14; Siria 13; Corea del Norte 12; Sudán del Sur 11;Somalia 10
La República Dominicana continúa apareciendo entre los países con altos niveles de corrupción con 31 puntos de 100 y este año ocupa el lugar 120 de 176 países, junto a Ecuador y Malawi.
En el Continente Americano los países con mejor puntuación son: Canadá 82; Estados Unidos de América 74; Uruguay 71; Bahamas 66; Chile 66; Barbados 61; Santa Lucía 60; San Vicente y las Granadinas 60; Dominica 59; Costa Rica 58.
Los países del continente americano con más baja puntuación son: Bolivia 33, República Dominicana 31; Ecuador 31; Honduras 30; México 30; Paraguay 30; Guatemala 28; Nicaragua; 26; Haití 20 y Venezuela 17.
Los países con puntuaciones inferiores se caracterizan por una impunidad generalizada, gobernabilidad deficiente e instituciones frágiles y escasa división de los poderes públicos.
La corrupción y la desigualdad se refuerzan mutuamente, creando un círculo vicioso entre corrupción, reparto desigual del poder en la sociedad y desigualdad en la distribución de la riqueza.
Los casos de corrupción a gran escala, como los de Petrobras y Odebrecht originados en Brasil y con amplias repercusiones en países como el nuestro, muestran como la colusión entre empresas y políticos arrebata a las economías nacionales miles de millones de dólares de ingresos que se desvían para beneficiar a unos pocos, a costa de la mayoría. Este tipo de corrupción a gran escala y sistémica redunda en violaciones de derechos humanos, frena el desarrollo sostenible y favorece la exclusión social.
No basta con realizar ajustes a leyes específicas contra la corrupción. Se necesita implementar con urgencia reformas sistémicas profundas que puedan contrarrestar el creciente desequilibrio de poder y riqueza y acabar definitivamente con la impunidad que protege a los corruptos.
El Gobierno Dominicano debe tomar este informe de Transparencia Internacional como una muestra de que, contrario a lo que ha dicho el mismo Presidente Medina, el país sigue siendo considerado a nivel mundial como un país plagado de corrupción.