El presidente de Estados Unidos se dispone a firmar una orden ejecutiva mediante la cual deportaría a los inmigrantes que estén recibiendo beneficios sociales, informó este martes la agencia The Associated Press. De ser firmada, la medida afectarías a miles de inmigrantes latinoamericanos, incluidos dominicanos que residen en esa nación.
El mandatario pretende que los inmigrantes no se conviertan en dependiente del sistema gubernamental, señala AP que afirma haber obtenido una copia del borrador del decreto.
Esa orden exigiría la identificación y deportación "tan rápida como sea posible" de cualquier inmigrante que se encuentre en el país sin autorización y reciba ciertos tipos de prestaciones de asistencia pública.
La agencia oficial Voa Noticias anota que los inmigrantes ya tienen que demostrar independencia financiera antes de que se les permita ingresar a Estados Unidos y que el borrador de la orden ejecutiva indica que el gobierno está considerando tomar medidas no sólo contra los inmigrantes que están ilegalmente en Estados Unidos, sino también contra algunos que viven en el país legalmente.
Muchos inmigrantes indocumentados contribuyen al fondo de retiro del Seguro Social. Algunos reportan sus ingresos usando números de Seguro Social auténticos. Otros lo hacen mediante un Número Individual de Identificación Tributaria (ITIN) o con números falsos.
Explica que los inmigrantes indocumentados no califican para recibir asistencia social, cupones de alimentos, Medicaid ni la mayoría de los otros beneficios públicos. La mayoría de estos programas requieren una prueba de estatus migratorio legal y, en virtud de la ley de asistencia social de 1996, incluso los inmigrantes legales no pueden recibir estos beneficios hasta que no hayan estado en Estados Unidos durante más de cinco años. Pero algunos se las arreglan para cobrarlos.
Los obispos católicos de Estados Unidos se pronunciaron al respecto en 2008 y consideraron que pagar impuestos y no recibir beneficios contribuye a crear una subclase de trabajadores sin derechos completos.
“La decisión de prohibir que los inmigrantes indocumentados reciban beneficios… resalta la injusticia en nuestro sistema inmigratorio. Prueba que los trabajadores contribuyen al sistema impositivo y ayudan a sostener la economía. También revela la hipocresía de nuestras leyes. Con una mano nuestro gobierno intenta deportar a estos trabajadores, pero con la otra retiene firmemente los impuestos que pagan al sistema”, dijo entonces la Iglesia.