El presidente del Observatorio del Sistema de justicia Dominicano, Lic. Cesar Amadeo Peralta, expresó que ve con preocupación el hecho de que diferentes jueces le hayan sido cancelada la visa y es precisamente por altas sospechas vinculadas a la corrupción al cohecho y a la complicidad y a la benevolencia con que han manejado casos específicamente de narcotráficos.
Las versiones de prensa señalan a los jueces de la Provincia de Santo Domingo, Saulo Ysabel Díaz, Manuel del Socorro Pérez García y Rosaly Yovianka Stefani Brito.
El jurista Cesar Amadeo Peralta, considera que la sociedad dominicana necesita ser defendida de ese flagelo por los propios jueces como representantes de la sociedad ya que cientos de familias se han visto destruidas por este mal.
El presidente del Observatorio del Sistema de justicia Dominicano sostuvo además que en relación con el magistrado Saulo Isabel Díaz, quien emitió un voto disidente y contrario a lo emitido por los demás jueces debe emitírsele un voto de confianza ya que en la decisión que se cuestiona quedó claro en sus motivaciones que este entendía que dicho tribunal no debía ordenar la celebración de un nuevo juicio si no, que debió emitir su propia sentencia de manera responsable y a la vez no pagar justo por pecador.
Sostiene igualmente, que en todos los tribunales colegiados cuando un magistrado emite su voto disidente lejos de ser penalizado debe emitírsele un mejor trato acorde con el planteamiento en beneficio de la sociedad de su criterio.
El presidente del Observatorio hace un llamado al Poder Judicial a revisar la conducta de muchos jueces que se apartan del debido proceso. Sostiene, que el 98% de los jueces y fiscales son personas serias honestas pero que ese 2% restante daña la imagen del Sistema Judicial, lacerando significativamente la confianza de la ciudadanía y poniendo muy en duda la seguridad jurídica a que aspiran todos los dominicanos, por lo que insta al Consejo del Poder Judicial a seguir extirpando de sus filas a esos jueces que se les haya comprobado su vinculación con el narcotráfico y todo tipo de delitos en contraposición al sano ejercicio del derecho pero que del mismo modo reconozca la labor loable que ejercen los demás miembros del Poder Judicial que son la mayoría, y exhorta al Poder Judicial a defender con más vehemencia las sanas actuaciones de los jueces cuando sean merecedores y a castigar de manera ejemplarizante a quienes cometen actos reñidos con las leyes, la moral y las buenas costumbres y que no se vea que todo sea una persecución a veces justa y otras, injusta.