Por Horacio Nolasco.- La victoria del dream team de República Dominicana 9 por 2 ante la selección de Canada nos lleva a hacer un análisis sobre el conjunto que representa nuestra media isla.
A leguas se nota que la mayor parte de esos jugadores no se encuentran en su punto físicamente, considerando que estamos en la parte media del período de los entrenamientos primaverales, iniciados a partir del 14 de febrero y culminan con el comienzo de la temporada regular el domingo 2 de abril.
Muchos dirán que es más que suficiente el despliegue ofensivo de nuestros muchachos ante los canadienses, quienes se vieron a la defensiva desde el primer episodio, tomando en cuenta que es un conjunto que no tiene la prosapia ni el talento del platano power.
Desde que José Reyes alcanzó la segunda base con un doblete abriendo el partido, los norteamericanos comenzaron a sentir la presión. Si vamos un poco más atrás los criollos iniciaron sus juegos de entrenamientos con una pálida ofensiva de apenas tres imparables, hasta desplegar una ofensiva demoledora el miércoles con 9 carreras ante los Piratas en el sexto episodio, ofensiva que continuó sin piedad en el primer juego oficial anoche.
Un equipo de béisbol, o de cualquier deporte profesional, necesita su tiempo de adaptabilidad, de acoplamiento. Es complicado para los equipos occidentales, a diferencia de los cubanos y orientales reagrupados desde hace tiempo, reunir todo su talento, pues la mayoría se encuentra en los campos de entrenamientos de MLB y nuestra novena no pudo reunirse sino hasta el lunes.
Moisés Alou, Alfredo Griffin, Junior Noboa, todos hombres con mucha sapiencia beisbolística, apoyarán el trabajo del dirigente Tony Peña. Se ve fácil contar un un equipo de esa categoría, sin embargo manejar todos esos egos y talento es harto difícil. Debemos agregar la presión que ponen los miles de fanáticos que estarán presentes en Miami en la primera ronda, a través de las redes sociales y el peso de defender un campeonato ganado de manera invicta en el 2013.
Carlos Martínez demostró que es un lanzador probado en las Mayores y que está en su punto. Ya no es el lanza llamas que solo trataba de pasar a los contrarios con su recta a 100 MPH. Es un pitcher inteligente y un caballo de batalla en el terreno de juego. Algunos entendían que El Tsunami debió enfrentar a USA, mas ante las interrogantes y el poco tiempo para acoplar el equipo, se prefirió asegurar el primer triunfo ante un equipo con más debilidades como Canada.
Vimos algunos baches defensivos, incluso se nota que Grégory Polanco no es el más idóneo jardinero central, colocado en esa posición por la inflamación del tobillo derecho de Starlin Marte. Manny Machado y Robinson Canó son dos estrellas defensivas, resaltando el buen desempeño con el guante de Nelson Cruz, quien luce físicamente muy bien y demostró que siempre ha sido un buen jardinero, no obstante pasar casi todo el año como DH con los Marineros.
Se debe trabajar con el corrido de las bases, obviamente esos jugadores no están en tiempo en el amplio sentido de la palabra. La ofensiva en sentido general nos permite el lujo de ver a un Wellington Castillo de noveno bate, irse por la banda contraria y conectar un bestial cuadrangular. José Reyes demostró que es un jugador de este tipo de evento, saliendo de la banca por la molestia en la pantorrilla de Beltre, disparando tres hits. Beltre, en duda por la molestia, fue puesto a prueba con varios corridas. El relevo estuvo inmaculado frente a los canadienses.
El sábado será una prueba de fuego ante los americanos. Lo que entiendo es que nuestro equipo debe avanzar sin problemas hasta la segunda ronda y a medida que vayan pasando los días se harán los ajustes para defender con toda gallardía el campeonato obtenido hace cuatro años.
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