Si una persona está inmersa en una serie de realizaciones en procura de producir mejoría en conglomerados que necesitan y que probablemente no saldrían a flote sin un respaldo oportuno, lo menos que se puede decir de quien propicia un poco de ayuda para que puedan salir del marasmo es dejen que trabaje. Si usted puede contribuir únase a ese propósito.
Usualmente quienes más se quejan de que no se hace nada por los empobrecidos, suelen vociferar mucho y hacer poco. Quieren asumir que hacen, cacareando como las gallinas que enteran a todos los de su entorno cuando ponen un huevo.
En un país donde abundan excelentes personas que solo precisan un poco de orientación y ayuda para cambiar de vida, lo menos que se debe hacer si usted está cerca es motivarlo para que tenga confianza en que si se quiere, se puede.
En esa corriente de contribuir a que la gente menos pudiente pueda superarse, trabaja con empeño el actual Presidente de la República.
Algunos dirán, porque nunca falta un quejoso, que eso se hace con el dinero del pueblo. Todo se hace con éste dinero, la diferencia está en que se utilice en proyectos necesarios y grupos vulnerables que de otro modo estarían siempre en las tinieblas.
Si el dinero existe y no hay voluntad, los proyectos más triviales o exuberantes no se desarrollan.
Cuando una persona se dedica a trabajar para tratar de sacar a flote a los más depauperados, lo propio es que se le ayude o estimule para que continúe ese ritmo.
Las visitas sorpresas para ver cómo marchan los proyectos o lo que hace falta, son necesarias en distintos renglones, amén de que es el chance para expresar cualquier inquietud o sugerencia.
Cuando se logra que los “de abajo” se eduquen y progresen, el país avanza. No hay razón para que haya iletrados en un país con tantas escuelas. Además cuando se tiene el deseo de aprender usted lo logra hasta debajo de un árbol. El esfuerzo en este sentido se ha hecho.
El sector educativo, las visitas sorpresas y las mudanzas de 1,600 familias a sectores más dignos, más de 400 mil empleos nuevos en cuatro años, así como la reparación de hospitales para mejor adecuación son parte de un esfuerzo positivo.
Más de 60,000 niños se encuentran en albergues hasta que sus madres terminan su faena laboral; en tanto que de 150 estancias infantiles se construyeron unas 100, conforme a datos citadas en diciembre último por el periodista Viviano de León, en el Listín Diario donde labora.
Las tareas en diversos aspectos son bien conocidas, lo que precisa la colaboración de todos aunque sea con mente positiva. Criticar con el fin de solucionar es positivo, no así lo adverso. Lo que el Presidente Danilo Medina ha hecho hasta el momento ha sido positivo. Dejen que trabaje. Y si usted cree que lo puede hacer mejor únase a él en esas actividades.
10-03-2017