NUEVA YORK.-Con la intervención del Consulado General de la República Dominicana en esta ciudad, la Corte Superior de Connecticut autorizó que una madre dominicana pueda establecer comunicación con sus dos hijos menores de edad de quienes asumió tutoría el Departamento de Niños y Familias (DCF), luego de regresar de Santo Domingo a casa de un tío y uno de ellos denunciar haber sido abusado sexualmente.
El cónsul Carlos A. Castillo instruyó a los vicecónsules doctores Tamayo Tejada y María Mateo y la auxiliar Griselda Batista para darle seguimiento al complejo caso legal de custodia de los dos menores que habían sido enviados desde Puerto Rico por su madre a la nación dominicana a pasar unas vacaciones con su padre, quien los envió a la residencia de su tío paterno en New Britain, Connecticut, alegadamente sin autorización de viaje de su progenitora.
El DCF dispuso que los dos menores fueran trasladados a un hogar sustituto conocido como “Foster care” y donde tenían negado ambos padres a tener contacto con ellos, hasta que se realizó una audiencia el pasado día dos de marzo.
Fue la fecha fijada en la Corte Superior de Asuntos Juveniles, ubicada en la Corte Superior del Distrito Judicial de Middlesex, en el 1 Court Street, para tomar una decisión final en el caso, teniendo en cuenta prácticamente, sólo la versión de los hechos de la agencia de protección de los menores, que hasta entonces sólo tenía contacto con el padre. Sus nombres se mantienen en reservas para proteger la identidad de los mismos y por motivos legales.
La falta de notificación a la madre impedía que ésta pudiera dar su versión de los hechos, demostrar que posee la custodia legal de sus hijos y que nunca autorizó su salida de la República Dominicana. También la imposibilidad de contratar los servicios legales de un abogado y mucho menos viajar personalmente al estado de Connecticut, dada su situación económica y migratoria actual.
Ante esa situación, el Consulado General de la República Dominicana en esta urbe intervino atendiendo a una solicitud de colaboración que le hizo a Castillo el Consulado Dominicano en San Juan, Puerto Rico, a cuya jurisdicción corresponde el caso, ya que fue desde allí que fueron enviados los niños a Santo Domingo por su madre.
Castillo dispuso que el Departamento de Visas y Protección del Consulado bajo su administración, interviniera y solicitara en la audiencia realizada por la Corte Superior de Connecticut, el reconocimiento de los derechos de la madre dominicana, basándose en lo estipulado por la Convención de Viena sobre Relaciones Consulares.
En la dramática conferencia judicial durante la cual se hizo una triple conexión telefónica con la madre de los menores, quien se encontraba junto al cónsul dominicano en Puerto Rico, Franklin Gullón y la abogada Viviana Díaz, los vicecónsules comisionados por Castillo solicitaron al tribunal ser escuchados antes de tomar una decisión final y que fuese ponderada la versión de la madre.
Tras la ponencia de la representación consular dominicana de Nueva York, la corte dispuso en un aparente giro total de lo esperado, instruir al Departamento de Niños y Familias que les permita el contacto directo con su madre.
Asimismo la corte dispone la asignación de un abogado –gratuito- para representar a la madre de los menores, se pospone la audiencia a los fines de que la madre aporte las pruebas de que es quien legalmente posee su custodia y se ordena que las partes sean notificadas por correo y vía consular.
El DCF es una agencia estatal que tiene la misión de proteger a los menores, mejorar el bienestar de los hijos y la familia y determinar ante la ley si un menor ha sido víctima de maltrato o abandono.
El Consulado Dominicano en Nueva York ha venido asistiendo a sus connacionales presos en cárceles localizadas aquí y en Nueva Jersey, Connecticut y Pennsylvania, por disposición de Castillo, quien ha visitado varios recintos penitenciarios para conocer su situación a fin de que sean auxiliados en los casos que ameriten.