Franklin Almeyda, miembro del Comité Político del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), planteó la necesidad de reactivar esa organización política en todos los niveles, revisar su padrón electoral e implementar una serie de normas fundamentales para actualizarlo y dinamizarlo.
Almeyda dijo también que en la actualidad el Partido de la Liberación Dominicana es víctima de un bombardeo mediático que se suma al malestar interno que afecta a la organización, por lo que entiende que el partido tiene que superar esa situación y procurar una mayor unidad de acción de sus miembros.
Entrevistado en el programa Hoy Mismo y reseñado por la Secretaría de Comunicaciones del PLD, Almeyda consideró e que el PLD necesita sacudirse y dinamizarse si quiere retener el poder en el 2020.
Expresó que la situación que vive su Partido en estos momentos tiene que ser enfrentada con responsabilidad por su dirección y con toda su militancia, reto que considera vital para la retención del poder en las próximas elecciones.
De acuerdo a Almeyda la falta de funcionalidad ha estado afectando la vida institucional del partido morado, por lo que aceptó los juicios de los entrevistadores de que en la organización política hay mucha indisciplina y no está en condiciones de sancionar a nadie.
Refiere que en el Partido hay gente que se postuló e hizo causa común con otras colectividades políticas que ameritan ser sancionados, como se ha dicho.
“Asumir el Partido es una cosa, y es importante hacerlo, y contaminarlo es otra cosa, y eso no está bien. Quien organiza y quien patrocina las marchas verde, ellos tienen derecho a hacerlo, pero si usted va a apoyar eso sepa que se está situando en la acera del frente”, comentó.
El también jurista abogó por que la política no se judicialice y la corrupción no se politice, porque de lo contrario se estaría creando una crisis en la sociedad inmanejable.
“Si un compañero o varios compañeros son sometidos por corrupción, no es el PLD quién lo tiene que decidir, son los tribunales de la República, porque cuando nosotros asumimos una decisión estaríamos contraviniendo inclusive todas las normas jurídicas que se dan en torno a los derechos de la gente y a los partidos políticos”, agregó.
Señaló que la corrupción es un tema de los tribunales, no de debate político, puesto que cuando se lleva al debate político es porque no se quiere hacer nada, sino dañar reputaciones.