Los medios de Estados Unidos, concretamente la agencia AP reportan que Paul Manafort, quien fuera director de campaña del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, trabajó en secreto para un millonario ruso en defensa de los intereses del Kremlin hace una década y propuso un ambicioso plan estratégico para debilitar a la oposición antirrusa en las ex repúblicas soviéticas.
The Associated Press revela que en un plan estratégico confidencial de junio de 2005, Manafort propuso influir en política, acuerdos comerciales y cobertura mediática en Estados Unidos, Europa y las ex repúblicas soviéticas para beneficiar al gobierno de Vladimir Putin. En ese momento, con el republicano George W. Bush en la Casa Blanca, la relación entre Estados Unidos y Rusia iba a peor, anota Voa Noticias que se hace eco de la revelación.
El ex colaborador de Trump presentó sus planes al magnate ruso del aluminio, Oleg Deripaska, un aliado próximo a Putin con quien llegó a firmar un contrato anual de $10 millones de dólares a partir de 2006, según entrevistas con personas familiarizadas con el asunto y en registros empresariales confidenciales obtenidos por la AP. Manafort y Deripaska mantuvieron su relación comercial hasta al menos 2009, según una persona conocedora del tema.
"Somos de la opinión de que este modelo puede beneficiar mucho al gobierno de Putin si se emplea a los niveles correctos y con el compromiso adecuado con el éxito", escribió Manafort en el reporte de 2005 a Deripaska. Ese esfuerzo, agregó, "ofrecerá un gran servicio que puede redireccionar, a nivel tanto interno como externo, las políticas del gobierno de Putin".
Los planes de Manafort estaban incluidos en documentos obtenidos por la AP, entre los que había memorándums estratégicos y registros que muestran transferencias internacionales de millones de dólares. No estuvo claro qué trabajo hizo exactamente Manafort.