SANTO DOMINGO.- El presidente de la Dirección Nacional de Control de Drogas y el Jefe de Estado Mayor de la Fuerza Aérea Dominicana afirmaron hoy que el país dejará de mendigar para que otras naciones lo ayuden a cuidar sus espacios aéreo y marítimo del crimen organizado cuando lleguen los aviones comprados a Brasil, al tiempo de considerar que era innecesario llamar a licitación para adquirirlos, porque las cosas de “seguridad para la defensa nacional no están sujetas a eso”. “La adquisición de estos aviones no debió ser ahora, debió haberse producido hace años. Debíamos tener ahí una verdadera flotilla de aviones, porque no estamos hablando de pelear contra un enemigo fantasma. Estamos hablando de pelear contra realidad, contra algo que no está sacando lo más valioso que tenemos: la familia y la juventud, y eso no tiene precio”, afirmó Ramírez Ferreira.
Los mayores generales Rafael Radhamés Ramírez Ferreira y Pedro Rafael Peña Antonio afirmaron que “a veces escuchamos a personas hablar de soberanía y de que somos dominicanos, pero no podemos cuidar nuestro espacio aéreo, no podemos cuidar nuestra zona marítima”, y frente a cualquier desastre “tenemos que clamar o mendigar a otras naciones para nos vengan a auxiliar con cosas tan simples, en apariencia, como el que sucedió en Jimaní”.
Ramírez Ferreira y Peña Antonio indicaron que igual solicitud tienen que hacer las autoridades, en este caso la DNCD, cuando se producen “bombardeos indiscriminados en aguas nacionales e internacionales, y por igual tenemos que clamar a otras naciones para que vengan a recoger la droga y para que vengan a apresar a los que están violando impunemente nuestras costas”, como si se trata el patio de las casas de quienes tripulan esas aeronaves.
Los altos oficiales comparecieron al programa Hoy Mismo, por Color Visión, para justificar la necesidad de adquirir la flotilla de ocho aviones Super Tucano, de fabricación brasileña, a un costo de US$92 millones. La negociación fue formalizada durante la reciente visita oficial del presidente Leonel Fernández de Brasil. Se trata de una negociación -dijo Peña Antonio- que se realizan ambos gobiernos, sin ningún intermediario, dijo Pena Antonio.
“La adquisición de estos aviones no debió ser ahora, debió haberse producido hace años. Debíamos tener ahí una verdadera flotilla de aviones, porque no estamos hablando de pelear contra un enemigo fantasma. Estamos hablando de pelear contra realidad, contra algo que no está sacando lo más valioso que tenemos: la familia y la juventud, y eso no tiene precio”, afirmó Ramírez Ferreira.
Los carteles de las drogas, especialmente los sudamericanos, actúan a sus anchas bombardeando cargamentos de cocaína, “porque saben que estamos desprovistos de las más elementales herramientas para impedir eso”. Y recordaron que el proyecto de compra de los aviones es una iniciativa vieja de la FAD. “Muchas personas hablan de los aviones porque tal vez desconocen que eso no es improvisado, sino que se trata de un proceso que lleva largos años en la FAD”, dijeron.
El jefe de la DNCD precisó que si República Dominicana se jacta de decir que “somos un país, por qué tenemos que esperar que alguien venga a socorrernos cuando nosotros podemos hacerlo”. Por confió en que “ojalá y el año que viene aparezca el presupuesto la adquisición de dos helicópteros de doble turbina, mientras dijo que el número de aviones debe ser mucho mayor.
A consecuencia de esa práctica, agregaron, el flujo de drogas no baja en el país, de la que una parte se queda y otra es enviada al exterior -a Estados Unidos y Europa- colocando a la República como un centro principalísimo para el turismo, lo que se refleja en el alto número de vuelos que tocan los aeropuertos internacionales con personas que vienen a vacacionar a diferentes puntos de la territorio.
Internamente, aclaró Ramírez Ferreira, las autoridades mantienen control sobre la situación interna de las drogas, tras indicar que el problema radica en la falta de vigilancia aérea, lo que impide la entrada de narcóticos en grandes cantidades. El promedio mensual, según las trazas de vuelos sin identificar, es de 30 todos los meses, añadió el alto oficial del Ejército Nacional.
Hace más de dos meses, dijo, concluyó un operativo iniciado en enero en combinación con la Agencia Especial Antidrogas, el Servicio de Guardacostas de EEUU, naves de la armada de Inglaterra, la DNCD y las Fuerzas Armadas dominicanas, logrando reducir baja a cerca de un 90 por ciento las incursiones de vuelos ilegales, pero luego retornaron las trazas, lo que implica que siguieron las penetraciones.
“Inmediatamente se dan cuenta de que concluye el operativa ahí comienza a subir el bombardeo drogas”, agregó. Y a consecuencia de esa situación dijo que la DNCD ha confiscado más de 5 mil kilos de diferentes estupefacientes, especialmente cocaína, lo que se ha producido “kilo a kilo y gramo a gramo en los operativos desarrollados a partir del trabajo de inteligencia realizado a nivel nacional”.
Lo importante es impedir que la droga penetre al país, pero “no tenemos equipos aptos, porque tenemos helicópteros de una turbina”, lo que implica que “estamos poniendo en riesgo a nuestros pilotos”. Por eso, agregó, en un reciente bombardeo que realizado frente a las cosas de Baní la DNCD pidió fue necesario ayuda a fuerzas británicas y la Marina de Guerra solo pudio recoger 123 kilos de cocaína.
29 de junio, 2007.-