En fecha 17/3/2017 envié una carta al Banco Mundial cuyo párrafo central es el siguiente: "Lamento que programas como estos (programas relacionados con el crecimiento económico y reducción de la pobreza) no sean materia de intercambio con el sector privado, es decir, sectores productivos de valor agregado responsables de lo que se conoce como Producto Interno Bruto (PIB). Digo esto porque a estas alturas es lamentable que los organismos internacionales no hayan encontrado una fórmula que propugne por la igualdad económica basada en el aumento del empleo y reducción o eliminación de la pobreza. Prefiero el término "igualdad económica" a la hora de hablar sobre crecimiento o desarrollo económico para acortar la ruta que conduce al bienestar. Para mayor información sobre la fórmula a la que hago referencia le remito a Google con los siguientes títulos de mi autoría".
Siete días después, el 24/3/2017, recibo respuesta de parte del señor Alessandro Legrottaglie, Representante Residente del Banco Mundial, lo que agradezco sobremanera por la altura y profesionalismo de los términos de su gentil misiva, donde hace constar que el programa del Banco Mundial en la República Dominicana incluye al Sector Privado como "socio constante de nuestro diálogo a nivel nacional", tanto a nivel estratégico como de los proyectos. "También tomamos parte activa en el diálogo con la sociedad civil para intercambiar sobre sus ideas y prioridades de desarrollo para el país".
El señor Legrottaglie reafirma que el enfoque de ese organismo en la República Dominicana es el crecimiento inclusivo y sostenible alineado a las metas corporativas del Grupo Banco Mundial de reducción de la pobreza y prosperidad compartida y a los esfuerzos de todos los sectores de la vida nacional hacia esas metas. Para mayor referencia sobre la visión del Banco Mundial para una República Dominicana más inclusiva con igualdad de oportunidades para todos el señor Lagrottaglie señala los enlaces del informe "Para Construir un Mejor Futuro Juntos", el cual comentaremos más adelante de acuerdo con reportajes de prensa que ya habíamos visto. También pudimos observar otros enlaces relacionados con el crecimiento económico y la pobreza en República Dominicana.
Habría que ver la relación de todo esto con el sector privado o sectores productivos de valor agregado, añado yo, como también con la sociedad civil de la República Dominicana, teniendo en cuenta que el Banco Mundial señala al sector privado como un "socio constante de nuestro diálogo a nivel nacional, tanto a nivel estratégico como de proyectos". De igual manera como "parte activa en el diálogo con la sociedad civil para intercambiar sobre sus ideas y prioridades de desarrollo para el país". En vista de eso habría que diseñar algunas pinceladas en la relación "Banco Mundial-Sector Privado" y "Banco Mundial-Sociedad Civil" para un mejor entendimiento de los diálogos a que hace referencia el Banco Mundial. En este sentido partiremos del seminario organizado por Alianza Ong" en junio de 2015 en el que se debatió el tema de la participación de la sociedad civil en el desarrollo de la República Dominicana.
En dicho seminario el represente del Banco Mundial lo era el señor McDonald Benjamín, quien al parecer pasó por alto las bonanzas del PIB para sacar mejor provecho al aumento del empleo y disminución de la pobreza partiendo del crecimiento económico, al decir que dicho crecimiento no ha impactado grandemente en los niveles de pobreza del país. Puede que a la vista así sea pero no al final del túnel a falta de una fórmula que incida en el aumento del empleo y disminución de la pobreza en términos absolutos, tal y como lo planteo en "PIB 2.0 – Pacto por la Productividad", "Insuficiente crecimiento de la productividad", "El Estado como sector económico", "Estado productivo o populista", "Teoría de la Desigualdad", "Galaxia económica", y "PIB público y privado".
En su exposición ante la Alianza Ong el representante del Banco Mundial dijo lo siguiente. Cito: "Para reducir la pobreza hay que crear más y mejores empleos a un buen ritmo" (cierro la cita). Pero no dijo como crear esos empleos de manera sostenible para reducir la pobreza. En mis planteamientos la productividad es inherente al crecimiento sostenible e inclusivo, contrario al representante del Banco Mundial al considerar que en los últimos años ha habido incremento de la productividad, pero que eso no siempre se ha traducido en incremento de los salarios reales. Explicó que las personas de escasos ingresos dependen fundamentalmente de sus salarios, lo que considera también ha contribuido a que la pobreza haya bajado poco en el país.
Fiel a sus criterios el señor McDonald Benjamín añade: "Eso probablemente porque la productividad ha crecido en unos sectores que no han empleado a tantas personas y, por otro lado, mucha gente ha ido a sectores donde la productividad no ha crecido" (cierro la cita). En lo que a mí concierne planteo una productividad en sentido amplio, donde el aumento del nivel de empleo o pleno empleo si se quiere, y no el salario, visto este no como resultante del empleo ni como sujeto de medición para reducir o eliminar la pobreza, cosa esta que se logra gracias a una productividad que genera riqueza comprometida con el crecimiento económico sostenible e inclusivo para lo cual el Estado tiene que comportarse como un sector económico como otro cualquiera, siempre y cuando se umpla el pacto por la productividad entre los sectores público y privado como lo contempla el "PIB 2.0 – Pacto por la Productividad y/o Teoría de la Desigualdad.
En otro orden el 14 de diciembre de 2016 la prensa comenta el estudio del Banco Mundial titulado "Para Construir un Mejor Futuro Juntos", que refleja que el crecimiento económico muy elevado en la República Dominicana ha contribuido a reducciones sostenidas de la pobreza y la desigualdad, pero en una proporción menor a lo esperado. Según el estudio el diagnóstico de un crecimiento económico no inclusivo data de por lo menos finales de la década de los años 90. Además explica que si la pobreza en República Dominicana hubiera respondido al crecimiento del PIB como lo hizo en la región de Latinoamérica y el Caribe (LAC) durante el período 2006-2014, habría habido 1.1 millones menos pobres en el país en 2014. En cierta forma la respuesta de la pobreza frente al crecimiento del PIB en la región del LAC es familiar con mis planteamientos (unos 20 en total) de los cuales el Banco Mundial tiene conocimiento, excepto que dicho organismo, ni ningún otro, ha planteado una fórmula partiendo de la riqueza material para aumentar el empleo y disminuir la pobreza en términos absolutos como hemos planteado en diferentes artículos publicados en varios medios digitales desde 2014.
Tengo que decir que ni el sector público ni el sector privado de la República Dominicana, hasta donde yo sé, nunca se han referido al "PIB 2.0 – Pacto por la Productividad". Es en este sentido que escribo al Banco Mundial para que tome en cuenta no solo el sector público sino también el sector privado en todo lo relacionado con el crecimiento económico y reducción de la pobreza. Las recomendaciones del estudio del Banco Mundial como agenda propia para corregir diferencia entre el crecimiento económico y las tasas de pobreza se limitan a promover la competitividad y la productividad, enfatizando en la capacitación de los trabajadores, el aumento de las exportaciones, una mayor integración de las zonas francas y el financiamiento a los pequeños empresarios, no sin antes afirmar que el gasto público en servicios sociales e infraestructura es insuficiente e inefectivo para reducir la pobreza en República Dominicana. El estudio abarca otros aspectos que por razones de espacio no comentaremos en esta oportunidad.
Hay que admitir que la sociedad civil dominicana no es solo la "Alianza Ong" que vimos al principio, persona alguna o grupo en particular. Hoy día la sociedad civil es un conglomerado organizado, como por ejemplo la sociedad civil denominada "Iniciativa para la Institucionalidad Democrática de la República Dominicana" que persigue incrementar la confianza social en los órganos del sistema democrático, del sistema de partidos, y de las instituciones políticas y sociales, en sentido general. Esta sociedad civil integra también a grupos empresariales quienes alegan que la falta de institucionalidad afecta el desarrollo de las empresas (El Día, 7/7/2016). Por tanto debieran diseñarse algunas pinceladas en la relación "Banco Mundial-Sector Privado", "Banco Mundial-Sociedad Civil", y "Banco Mundial-Sector Público" para establecer una sinergia que involucre una definición de sectores formales para enfocar la igualdad económica. En este sentido el "PIB 2.0 – Pacto por la Productividad" individualiza una fórmula para aumentar el empleo y reducir la pobreza en términos absolutos, no solo en la República Dominicana sino en cualquier país del mundo, como punto de partida si se quiere, para la búsqueda de una igualdad económica hasta ahora dispersa o ignorada.
Luis Eduardo Díaz Franjul
[email protected]